El jefe de la Capitanía Marítima de Cartagena, Óscar Villar, informa de que, tras las últimas oleadas de pateras acontecidas en noviembre, cuando llegaron a la ciudad portuaria medio millar de inmigrantes y casi 50 pateras en 48 horas, han detectado un aumento del poder adquisitivo que tienen las personas que ahora viajan en ellas. Villar diferencia que «este último aluvión fue de personas procedentes de Argelia, que vienen en muy buenas condiciones físicas, a diferencia de los centroafricanos que llegan a las costas andaluzas por el Estrecho, que llegan a tierra en ocasiones en pésimo estado de salud».

«La mayoría de los argelinos llegaban a puerto enérgicos y vistiendo a la moda, con ropa de marca, al contrario de lo que se podría pensar después de hacer varias horas de travesía por el Mediterráneo», indica. Este último aspecto ha puesto en guardia a Capitanía, que desvela la sospecha de que, a juzgar por el buen estado de salud de los pasajeros, lo más probable es que hubieran viajado hasta alta mar en buques que hicieran de nodriza, para después navegar unas millas en patera hasta ser rescatados por Salvamento Marítimo.

El capitán marítimo añade que todos ellos eran personas jóvenes. Asimismo, comenta que estos inmigrantes podrían estar pagando alrededor de 3.000 euros por viajar en uno de estos botes. Respecto a las embarcaciones, Villar explica que «durante la oleada, comprobamos que todas las pateras eran iguales, con el mismo motor, y hasta fabricadas por los mismos astilleros». Esto, a su juicio, pone de manifiesto que la avalancha fue «orquestada» por mafias de tráfico de personas. «Hasta la fecha no se ha vuelto a registrar una oleada de tal magnitud, ya que una avalancha así no se había vivido nunca antes aquí», expone.

Respecto a por qué no se vuelven a producir estos aluviones, Villar considera que ha sido «determinante» la respuesta del Estado, que ha retenido a los inmigrantes en la cárcel-CIE de Archidona (Málaga), para su posterior deportación. «Los argelinos prefieren ir a Francia, al ser francófonos, pero al ver que esto no será así, sus familiares le pedirán explicaciones a las mafias en su país y la gente ya no quiere venir por esta vía», concluye.