Más propio de la novela negra o, incluso, de terror. Así es la polémica surgida por una denuncia interpuesta por el Ayuntamiento por la presunta apropiación indebida de un sillar histórico del monasterio de San Ginés de la Jara. Un procedimiento que comenzó con una reclamación por parte del Consistorio al Equipo de Investigación Roca de la Guardia Civil para que esclareciera los hechos, cuando desde el Gobierno local se conocía perfectamente el paradero de la pieza y se podría haber recuperado para el inventario municipal.

La historia se inicia con la desaparición del sillar, una lápida romana de Numisio, al parecer, robado en 2005 del monasterio. Los azares del destino hicieron que en enero de este año, el geógrafo Juan Carlos Blanco diera con la pieza y pusiera este hito en conocimiento del director del Museo Arqueológico Etnográfico de San Pedro del Pinatar, Marcos David García, y del presidente de la Asociación de Amigos de San Ginés de la Jara, Javier Lorente. Los tres tuvieron que declarar ante el juzgado de Instrucción 5 de Cartagena por los hechos y la sala ha desestimado la denuncia «ante la falta de indicios de criminalidad».

Y es que, en el auto del magistrado Ignacio Munitiz se recoge que el arqueólogo municipal de Cartagena Miguel Martín tuvo conocimiento del hallazgo de la pieza el pasado mes de agosto a través de María del Carmen Berrocal, coordinadora de Patrimonio Arqueológico de Cartagena. El juzgado sostiene que de las diligencias practicadas se desprende que, con anterioridad al 29 de mayo, «Berrocal ya tenía conocimiento de la lápida porque así se lo había indicado Lorente», tal y como se recoge en una conversación por Whatsapp entre ambos y según ha confirmado la coordinadora municipal.

Asimismo, se reconoce que pese a que en un primer momento se dijo que la pieza estaba en el Museo de San Pedro, ésta no se encontraba allí, sino en la finca de Blanco. De esta forma, el juez determina que no hay indicios de que ninguno de los tres investigados actuara para apropiarse indebidamente del sillar e incluso destaca que Lorente puso en conocimiento del Ayuntamiento todo el proceso.

Un proceso que, según fuentes cercanas a la investigación consultadas, podría haberse resuelto hace meses. Y es que, estaba ya apalabrado con el Consistorio organizar una expedición con representantes políticos para recoger la pieza a través de una grúa y trasladarla a dependencias municipales para, posteriormente, exhibirla en el Museo Arqueológico de Cartagena. No obstante, la demora en la recuperación ocasionó el cambio en el Gobierno local -José López (MC) salió de Alcaldía y llegó Ana Belén Castejón (PSOE)- y desde el mismo área de Patrimonio Arqueológico se informó de la situación a la Guardia Civil, que derivó en la investigación que ahora se ha visto desestimada por el Juzgado de Instrucción.