Para localizar un libro en la biblioteca ya no hará falta que el bibliotecario deje su puesto, ya que un pequeño robot se encargará de dirigir al usuario hacia la estantería donde se encuentra el volumen que necesita. La idea es de Antonio Pérez, un alumno del Máster en Ingeniería Industrial de la Universidad Politécnica de Cartagena (UPCT), que ha desarrollado este invento en su Trabajo Fin de Máster, partiendo de un robot que ya existía en el mercado y al que se le han incorporado unos sensores para mejorar su utilidad en la biblioteca.

El trabajo, dirigido por Óscar Martínez y Francisco Ortiz, se ha enfocado para que el robot funcione exclusivamente en una biblioteca, aunque si bien es cierto que, como apunta su creador, se podría usar en otros ámbitos, como en una cafetería. «En principio se quería hacer para la cafetería, pero es un entorno con muchos obstáculos, había que depurar mucho el sistema y para evitar problemas preferimos usarlo para la biblioteca», dice.

El robot ha supuesto un coste de unos 800 euros. Se ha modificado su estructura para añadirle un sensor extra que aporta un campo de visión más amplio y preciso que el que traía por defecto y así pueda evitar tanto objetos fijos como móviles. El precio global ha sido de unos 4.000 euros sufragado por la propia universidad, que será la que emplee el robot.