El concejal del Área de Calidad de Vida, Francisco Calderón, denuncia que «el Ayuntamiento llevaba más de 150 años desentendiéndose de la fiscalización de los cementerios municipales». Con la llegada al poder del actual equipo de Gobierno en 2015, el edil Calderón ordenó a las juntas de los cementerios públicos, gestoras de los camposantos, que rindieran cuentas cada tres meses con el objetivo de mejorar la transparencia de este servicio.

Según los datos ofrecidos por el Ayuntamiento, la facturación total de los cuatro cementerios de titularidad pública oscila los 700.000 euros anuales; una cantidad que engloba todos los conceptos, incluidos nichos y enterramientos. El Consistorio no da detalles sobre qué montante de este dinero corresponde a beneficios, aunque reconoce que los camposantos son rentables.

Los cementerios públicos hacen inhumaciones a diario, salvo las tardes de sábados, domingos y festivos. Esto es lo que provoca que algunos velatorios duren dos días. Sin embargo, si la tumba o el nicho se encuentra en un camposanto que es de la Iglesia, como el de la diputación de La Palma, no existe este problema, ya que allí sí que se entierra las tardes del fin de semana. El edil concluye que tuvo que velar a un familiar suyo durante dos noches por este motivo.