Nacida en Madrid en 1967, María Jesús Esteban Rodríguez, nueva presidenta vecinal de Cabo de Palos, lleva ya 40 años afincada en este pueblo marinero del litoral cartagenero. Se siente una cabopalera más, «yo ya soy de aquí, de Madrid no», dice. Acaba de ser elegida en el cargo y cuenta en su directiva con la anterior dirigente vecinal, Cristina Aguado, que sigue como vicepresidenta.

¿Qué mejoras necesita Cabo de Palos?

El pueblo necesita muchas mejoras y arreglos. Estamos escasos de alumbrado público, de limpieza y de tener alguna zona para que la gente joven pueda hacer deporte. Por ejemplo, las personas mayores no tienen un parque con aparatos de gerontogimnasia, como hay en otros sitios del municipio. El lugar que tenemos más cerca para hacer deporte está en Playa Paraíso, y no sabemos si lo van a cerrar en invierno.

¿Tienen la sensación de que están abandonados?

La sensación es que la Administración no está muy encima de Cabo de Palos. La anterior directiva vecinal siempre estaba mandando escritos al Ayuntamiento para que se arreglaran las cosas y no hacían nada. Hay veces que pasan semanas enteras sin que se recoja la basura de las papeleras. Este pueblo es muy bonito, pero no está en condiciones, más aún siendo un lugar turístico. Menos mal que, siempre que se aproxima algún puente o las vacaciones, los operarios municipales hacen un lavado de cara.

Pero, ¿un lavado de cara es suficiente?

Van parcheando y haciendo cosas, pero no terminan nunca de hacer nada. Cabo de Palos necesita muchas inversiones. La mayoría del invierno estamos sin luz en muchísimas calles. Cala Flores está descuidada. Hay muchas aceras rotas, la carretera de subida al faro se tira a veces semanas a oscuras. Tampoco hay suficientes pasos de peatones y faltan aceras para que los viandantes puedan desplazarse a pie con seguridad.

¿Se quejan los vecinos por el estado del paseo de la playa de Levante?

El paseo tiene casi todos bancos de madera rotos, así que están para ponerlos todos nuevos. Además, hay muchas farolas que se han oxidado por su cercanía al mar, y ni siquiera funcionan. También faltan zonas ajardinadas y vegetación.

El faro ¿se vende o no?

Hay una plataforma que defiende que el faro no se venda, y la asociación de vecinos apoya a Salvemos el Faro. Queremos que hagan algo que no sea exclusivo para unos pocos. La opinión está muy repartida en el pueblo: hay gente que está a favor de que se construya un hotel en el faro porque puede crear puestos de trabajo, pero la mayoría no opina eso.

¿Cuál es la clave para encontrar una solución para Cabo de Palos?

Esto es cuestión de juntarse todos los vecinos junto con distintas asociaciones y mirar todas las cosas que hay por hacer. No- sotros hemos creado unos grupos de trabajo para repartirnos un poco todo. Vamos a reunirnos todos los meses. Nos organizamos así porque hay muchas reivindicaciones, y una sola persona no puede batallar con la Administración, ya que quema muchísimo.

¿Cuál es su rincón favorito del pueblo?

La zona de los acantilados y la playa de Levante son dos sitios que me encantan.