En la calle Purísima de La Aljorra ya no se puede aparcar el coche en la puerta de la sucursal bancaria o del supermercado, como acostumbraban los vecinos de esta diputación cartagenera. Operarios del Ayuntamiento pintaron la semana pasada líneas amarillas, a ambos lados de la vía, para prohibir el estacionamiento de vehículos en esta zona comercial de la localidad. En concreto, los funcionarios marcaron el último tramo de la calle, el que está más pegado a la iglesia del pueblo y da al cruce con la arteria principal de La Aljorra, la calle Antonio Pascual.

El Consistorio confirma que los operarios también pintaron por error líneas amarillas en la calle Carmen, que da a la vía Purísima y está pegada al templo católico. Las señales de esta última vía serán borradas para subsanar el fallo, confirman fuentes municipales. No obstante, indican que las líneas de la calle Purísima sí que se mantendrán.

Así las cosas, la prohibición de aparcar en la calle Purísima ha enfadado a comerciantes y vecinos de la zona. Por ejemplo, Esperanza, que regenta el supermercado, criticó en su muro de Facebook lo siguiente: «Si lo que queremos es que nuestro pueblo tenga menos vida, limitando el aparcamiento en el centro, y por consiguiente, haya menos actividad en la vía pública, pues lo estamos consiguiendo. No creo que ésta sea la imagen que queremos en el centro de La Aljorra».

Desde el Consistorio explican que en la calle Purísima está prohibido dejar el coche porque se trata de una carretera regional, la RM-E16. Añaden también que las líneas se han repintado a petición de la Junta Vecinal, que la gobierna el PP. Antonio Conesa, presidente de este organismo, matiza que «las marcas se han repintado por orden del concejal de Seguridad, Francisco Aznar». Sin embargo, Conesa reconoce que la Junta Vecinal reclamó al Ayuntamiento el repintado de todos los pasos de peatones de La Aljorra y de las plazas de aparcamiento para minusválidos. La Junta ha tenido que destinar 7.000 euros para renovar en los próximos meses todos los pasos de cebra de La Aljorra y una decena de plazas de minusválidos. «El pueblo está abandonado», se queja Conesa, que también manifiesta que «el concejal tenía que haber consultado a los comerciantes antes de pintar estas líneas para no enfadarlos». Pese al revuelo, el propio presidente de la Junta Vecinal reconoce que «rara vez» la Policía Local ha multado a algún conductor por aparcar allí el coche. «Lo que pasa es que las líneas ahora se ven mucho porque están recién pintadas, pero en un mes se habrán borrado», comenta.

La asociación de vecinos, ente distinto a la Junta, reclama a la Administración local que estudie la fórmula para poner una zona de carga y descarga en la calle Purísima, junto a los comercios. En total, la asociación cuantifica que con el repintado se han perdido una decena de plazas de aparcamiento.

En principio, el Consistorio informa de que se mantendrán las líneas de la calle Purísima y no se podrá aparcar el vehículo en este tramo comercial en el que ha sido renovada la señalización. Aun así, la Administración local dice que está dispuesta a escuchar cualquier propuesta vecinal que le llegue. De todos modos, concluyen que «los coches estacionados dificultan el paso de camiones por esta calle que es también una carretera regional».