Un paso más para conseguir el objetivo: que la plaza del Lago compatibilice su carácter urbano con el turístico. El Ayuntamiento ha iniciado nuevas catas en la glorieta para sumar todos los datos posibles y plantear los cimientos de la reforma proyectada en la céntrica plaza. De esta forma, desde esta semana se están llevando a cabo sondeos que pretenden analizar el subsuelo de la glorieta para conocer cómo actuar a la hora de cimentar la futura plaza.

La coordinadora de Patrimonio Arqueológico, Mari Carmen Berrocal, indicó que se trata de 17 sondeos por toda la superficie de la explanada y precisó que la gran mayoría de ellos se llevarán a cabo en aquellas zonas en las que aún se desconoce si existen restos arqueológicos. «El objetivo es contar con una secuencia estratigráfica que nos permita plantear de forma más segura la cimentación de la reforma de la plaza», afirmó Berrocal, quien añadió que las catas se prolongarán durante las próximas dos semanas.

Una vez concluidos los trabajos, el Ayuntamiento contará con información suficiente para planificar el proyecto definitivo para la reforma de la plaza. «Conoceremos todos los estratos que hay en la plaza, ya que conseguiremos un rastreo de todo el terreno para conocer la profundidad de cada capa y la localización de zonas pedregosas o con restos arqueológicos», avanzó la coordinadora general de Patrimonio.

Con los datos obtenidos, el siguiente paso será proyectar los cimientos que deben ser la base de la nueva plaza.

El proyecto contemplaría recuperar y musealizar dos vías romanas situadas en el entorno del Museo Regional de Arte Moderno (Muram), así como los espacios del actual Barrio Universitario y los propios de la plaza del Lago, si bien ésta sería una iniciativa a largo plazo. Y es que, la idea que baraja el Ayuntamiento es poder contar con un recorrido sobre calzadas romanas con la protección de un techo, que serviría de suelo para la plaza y las calles adyacentes. Según Berrocal, el proyecto permitirá habilitar los restos del subsuelo con el tránsito de vehículos y peatones en la cota actual, puesto que hay suficiente altura para realizar ese doble nivel.

Para ello son fundamentales las catas que se están llevando a cabo, ya que permitirán la posterior colocación de pilotes que no afecten a los restos arqueológicos e instalar al actual nivel de la plaza una solera que compatibilice el tránsito peatonal con la excavación definitiva de los hallazgos.

De esta forma, la zona este del casco antiguo se convertiría en el segundo eje, tras el formado por el puerto y las calles Mayor, Puerta de Murcia y Carmen, que atraería a los turistas, sumando a estos nuevos hallazgos los de la Muralla Púnica y el Anfiteatro Romano, con el objetivo de revitalizar el barrio.