Encapsular los materiales más contaminantes de El Hondón y crear sobre ellos equipamiento deportivo y zonas verdes. Es la propuesta que lanza el estudio presentado ayer por el investigador de la Universidad Politécnica de Cartagena (UPCT) Ángel Faz Cano. Se trata del trabajo sobre las propuestas de recuperación de los terrenos de El Hondón y que ha permitido caracterizar, analizar los riesgos y estudiar actuaciones de rehabilitación de la zona, en base a un convenio suscrito por la institución docente y el Ayuntamiento.

Así, durante una presentación en la que estuvieron presentes el alcalde en funciones Juan Pedro Torralba, la concejala de Desarrollo Sostenible, María José Soler; y los portavoces de la oposición, junto a otros miembros del Ejecutivo local, Faz, responsable del grupo de investigación en Gestión, Aprovechamiento y Recuperación de Suelos y Aguas (GARSA), sugirió encapsular los materiales más contaminantes, manteniendo 'in situ' los fosfoyesos, en línea con las directrices del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN).

El estudio científico elaborado por la UPCT en terrenos que abarcan un millón de metros cuadrados debería ahora dar lugar a un anteproyecto de actuaciones que tendría que ser evaluado por el CSN y por los técnicos de Medio Ambiente de la Comunidad Autónoma. El coordinador general de Desarrollo Sostenible, Jesús Giménez Gallo, también en la presentación del estudio, afirmó que «ahora disponemos de una base sólida para comenzar la descontaminación de los terrenos, una demanda que los ciudadanos llevan reclamando 20 años». De igual forma se pronunció Soler, quien sentenció que «estamos convencidos de que éste es el primer día de la descontaminación de El Hondón».

Los investigadores de GARSA presentaron imágenes tridimensionales de las balsas y acopios que han elaborado para medir sus volúmenes exactos, así como los análisis de laboratorio, los numerosos sondeos y muestras en superficie realizados, detallando los niveles de acidez, salinidad y metales tóxicos (plomo, zinc, cobre, arsénico, cromo, níquel, cadmio y mercurio) a diferentes profundidades.

Posibles usos

Giménez Gallo explicó que se trata de un estudio fundamental para iniciar la descontaminación de los suelos para más adelante trabajar en un futuro desarrollo urbanístico, que «siempre tendrá que ir condicionado por esas tareas de descontaminación» y la creación de zonas verdes o aparcamientos disuasorios.

De hecho, la investigación propone que en las tierras donde está presenta la pirita, se lleve a cabo su confinamiento en el área donde se ubican los residuos y el aprovechamiento del espacio como equipamiento deportivo, ya sea a través de pistas o cualquier otro elemento. Otros suelos contaminados por metales serán reubicados y estudiados para decidir si se confinan o se pueden valorizar. Finalmente, la zona sur de la parcela, que quedaría limpia de residuos, podría ser urbanizada con viviendas.

En este sentido, el coordinador de Desarrollo Sostenible indicó que «para contribuir a la descontaminación de los sueños hacía falta la caracterización y análisis de riesgos. Vamos a conocer qué metales pesados se asientan allí, cuanta cantidad de fosfoyeso resiste y a partir de ahí, se podrá trabajar en el tratamiento de los residuos 'in situ', por un lado; y por otro, se podrá trabajar también en un futuro desarrollo urbanístico, que siempre tendrá que ir condicionado y supeditado al proyecto de descontaminación». Y es que, según Giménez Gallo, «sin este proyecto no se puede actuar y siempre ha sido una prioridad para el Gobierno municipal que el urbanismo siempre esté supeditado a la recuperación de esos suelos y la dotación de una zona verde allí».

Conclusiones y pasos a seguir

Las investigaciones han fijado los residuos existentes en la zona con el análisis de cuatro grandes zonas; dos de pirita y otras de fosfoyeso, elaborándose un análisis de riesgos. De igual modo, se ha fijado un anteproyecto sobre el diseño de la parcela teniendo en cuenta las recomendaciones del equipo de investigación. Según explicó Faz, se ha planteado como alternativa «el confinamiento de la pirita, los suelos contaminados y una zona recubierta en la que se pondrían los fosfoyesos conforme a lo que indicara el Consejo de Seguridad Nuclear, que es el encargado de tratar este tipo de residuos». Además, gracias a la actuación 'in situ', todos los residuos se concentrarían en la zona norte de la parcela de El Hondón, de forma que quedaría libre de residuos en torno al 50% del terreno.

El proyecto se llevará a cabo en coordinación con la Dirección General de Medio Ambiente de la Región y el Consejo General de Seguridad Nuclear para concretar qué actuación puede ejecutarse, dejando encapsulados ciertos residuos y otros cubiertos por zonas verdes para la regeneración de esos suelos. El encapsulamiento supondría aislarlos con una capa de material impermeable tanto del suelo como de la atmósfera. Posteriormente, debería elaborarse un plan de coste para valorar a cuanto ascenderían estos trabajos, aunque desde el Ayuntamiento indican que será una cantidad muy inferior a la opción del traslado de los residuos y con un riesgo menor.