El tráfico de vehículos que estacionan sin permiso en dos zonas de tierra aledañas al faro de Cabo de Palos pone en riesgo de derrumbe los acantilados de la zona. Éso es lo que denuncia una nueva plataforma constituida para proteger el entorno natural de la torre vigía. En concreto, critican que los vehículos aparcan en el conocido como parque Farallón -gran montículo de tierra situado entre Cala Fría y Cala del Muerto, en el que hay un chiringuito- y en el descampado que hay nada más llegar a Cala Fría.

La Plataforma de Defensa y Conservación del Faro de Cabo de Palos reprocha que los coches estacionan en estos solares pese a que hay carteles que lo prohíben. «La Policía Local hace la vista gorda en verano y no multa a nadie», apunta Oliver Fenollós, portavoz del colectivo. «Los coches muelen la tierra de la superficie, y cuando viene un temporal de viento, ésta se esfuma por la erosión, lo que pone en riesgo estos lugares», sostiene. Esta nueva formación es independiente de la plataforma ciudadana Salvemos el Faro de Cabo de Palos, que ha surgido para evitar que la torre vigía se convierta en un hotel.

El colectivo está recogiendo firmas para conseguir apoyo ciudadano, con el fin de presionar a las administraciones para que actúen. En total, llevan ya casi 500 rúbricas físicas y, en breve, lanzarán una campaña de recogida de firmas virtuales a través de la pagina web Change.org. «La protección y conservación del entorno de la torre vigía es competencia de la Demarcación de Costas, de la Comunidad y del Ayuntamiento», apunta Fenollós.

El colectivo también reclama un plan de reforestación con flora autóctona de estos dos ‘aparcamientos’, con el fin de evitar la erosión de los terrenos y mejorar su aspecto. «El Consistorio tiene un plan de reforestación de parques y jardines que no está aplicando en Cabo de Palos», reprueban desde la plataforma. Asimismo, reclaman que también se pongan plantas en el descampado situado junto a Cala Túnez.

La plataforma informa de que las tres zonas en las que pide que se actúe forman parte del expediente de la declaración de Bien de Interés Cultural (BIC) del faro de Cabo de Palos. Dicha protección aún está pendiente de culminarse, ya que no se ha aprobado aún de forma definitiva, después de varios años abierta.

También exigen que se haga una limpieza en profundidad de todos los aledaños de la torre vigía, así como de los acantilados. «La zona está llena de botellas, bolsas, compresas y suciedad. Esto da una pésima imagen a quien acude al faro», señala Farallós. En resumen, la plataforma quiere que se proteja y mejore todo el entorno del faro de Cabo de Palos y que sirva como «reclamo turístico» de la Región. Este viernes celebraron una ‘nochevieja cabopalera’ como señal de protesta por la posible privatización.

Yacimiento romano

Los activistas de Defensa y Conservación del Faro de Cabo de Palos también denuncian que junto al chiringuito del Farayón existe un yacimiento arqueológico romano, que está sin señalizar y «desprotegido». Reclaman que este tesoro patrimonial se ponga en valor.