El investigador del Instituto de Biotecnología Vegetal (IBV) de la Politécnica de Cartagena Mariano Otón Alcaraz ha desarrollado la elaboración industrial de envases con semillas frescas de haba listas para consumir, una tecnología patentada que ha sido transferida para su comercialización a la empresa pachequera Frutas Esparza, proveedora de Mercadona.

«El actual estilo de vida y hábitos alimentarios han definido un perfil de consumidor que demanda alimentos cada vez más naturales, sanos, seguros, saludables y de elevada calidad sensorial y nutritiva, dispuestos para su consumo fácil, inmediato e íntegro, que hayan sufrido un procesado mínimo y sostenible», explica el investigador, que acaba de defender la tesis que recoge este desarrollo, dirigida por los doctores de la UPCT Artés Hernández y Artés Calero.

Para obtener la semilla de haba mínimamente procesada, ha sido necesario acometer una serie de etapas de proceso que asegure su calidad y seguridad, incluyendo el desvainado, prelavado, lavado-desinfección, «enjuagado, secado y envasado bajo atmósfera modificada, entre otras», añade Francisco Artés Hernández, que coordina el programa de doctorado en Técnicas Avanzadas en Investigación y Desarrollo Agrario y Alimentario (TAIDA) de la Politécnica.

Tras realizar los ensayos en la Planta Piloto de la Escuela de Agrónomos de la UPCT, con un control preciso de las condiciones de proceso y de conservación, se procedió a la transferencia de la tecnología a las instalaciones de FRUTAS ESPARZA S.L., para producir industrialmente las bolsas de semillas de haba mínimamente procesadas.

Se realizaron diversos ensayos de puesta a punto y de optimización de las condiciones de proceso, controlando los parámetros de la línea industrial. «El reto era mantener una adecuada calidad microbiológica de las semillas durante su vida comercial», finaliza Otón.