Una tesis doctoral de la Universidad Politécnica de Cartagena (UPCT) ha testado el canal de propagación más idóneo para los dispositivos inalámbricos que se están incorporando progresivamente al interior o exterior del cuerpo humano con finalidades médicas, deportivas o de entretenimiento.

Fuentes de la UPCT han señalado que la posibilidad de monitorizar la actividad del cuerpo humano despierta un enorme interés científico y social por sus aplicaciones médicas, de diagnóstico remoto o monitorización constante.

Estas herramientas tienen su utilidad para discapacitados, como asistente para invidentes o para prevenir caídas, así como en electrónica de consumo, desde auriculares inalámbricos a identificación personal, pasando por el pago automático o la difusión de audio y vídeo a grupos, además de su traslado a los servicios de localización en el sector turístico o en el transporte inteligente.

«Multitud de dispositivos son susceptibles de organizarse formando una red interconectada de manera inalámbrica para transmitir la información que recogen», ha explicado el autor de la tesis, Rubén Gregorio García Serna. Esta estructura centrada en el cuerpo se denomina Wireless Body Area Network (WBAN).

La tesis, dirigida por los investigadores en Telecomunicación de las universidades politécnicas de Cartagena y Valencia José María Molina y Concepción García Pardo, respectivamente, ha caracterizado experimentalmente el funcionamiento canal de propagación de las emisiones de los dispositivos corporales tanto externos (off-body) como internos (in-body).

García Serna ha señalado que la principal variación en las condiciones de propagación es el lugar de colocación del dispositivo sobre el sujeto, puesto que en la parte superior del cuerpo se consiguen resultados más estables y mejores comunicaciones si el sujeto está tumbado que si está de pie.

Asimismo, los investigadores han comprobado que los efectos derivados de la respiración son «despreciables respecto a otras fuentes de movimiento en dispositivos médicos implantados dentro del cuerpo». Los investigadores han realizado los ensayos utilizando la banda de emisión UWB, de 3,1 a 10,6 GHz, la más apropiada para este tipo de redes por su alto ancho de banda, su baja potencia de emisión, el alto nivel de seguridad y la alta resolución temporal.