La Hermandad de Romeros de San Ginés de la Jara, Patrón de Cartagena, celebró ayer su día grande con la tradicional romería por la Comarca. Cientos de personas a pie, a caballo, en carros o remolques, acompañaron con devoción y ánimo festivo la nueva imagen del santo ermitaño.

El espíritu de San Ginés sigue vivo, como se demuestra estos días con las actividades de la Parroquia de la ciudad de Cartagena, que lleva su nombre, o la del Estrecho de San Ginés, así como las organizadas por los Amigos del Monasterio o las multitudinaria romería con la que llena de color y alegría la Hermandad de Romeros.

En los últimos años la romería no llega a los santos e históricos lugares en torno al convento, pero hay buenas perspectivas para que en las próximas ediciones se vuelva a la pradera de San Ginés.

Por lo pronto, Andrés García, Hermano Mayor de la Hermandad fue el encargado de capitanear al equipo que tan duro ha trabajado estos meses. Los romeros han partido de la Basílica de la Caridad, haciendo escala en la Parroquia de San Ginés, la ermita del Pasico y la iglesia de la Aparecida, la Ermita de Roche y así hasta llegar al las cercanías de El Llano del Beal y el Estrecho de San Ginés, muy cerca ya del Monasterio.

No faltaron los refrigerios constantes para bestias y personas, mucha agua fresca, sangría y cerveza para afrontar el calor de la jornada, y para reponer energías, chocolate y bollos en Cartagena, bocadillos por el camino, embutidos en la Aparecida y una paella gigante en Roche. Entre ofrendas florales en cada estación, no faltó la alegría, la música, la fiesta y, este año, el licor de la Jara, embotellado para la ocasión con el fin de rendir homenaje al Patrón de los viticultores.