La Policía Nacional de Cartagena desarticuló el pasado miércoles una banda dedicada al tráfico de estupefacientes y se procedió a la detención de cuatro personas implicadas, un núcleo familiar apodado ´Los Gasolinas´ compuesto por un matrimonio y sus dos hijos. «Los detenidos guardaban tres kilos de cocaína, 60.000 euros y dos kilos de joyas en la habitación de su hijo menor de edad», informó el comisario jefe, Ignacio Del Olmo.

«La banda tenía una guarida o piso seguro donde acartonaban la droga para, posteriormente, adulterarla y poder venderla al por menor por las calles de Cartagena, ya que la adquieren con una pureza superior a la que se suele encontrar en los mercados», explicó Del Olmo en rueda de prensa.

Aparte de la droga, el dinero y las joyas incautados, los agentes requisaron cinco dispositivos telefónicos y una caja fuerte.

El comisario de Cartagena señaló que «cuando se hicieron los registros no estaban ni el padre ni el menor, había dos mujeres y en principio no opusieron resistencia». Sin embargo, más tarde «el padre fue detenido y ha sido puesto a disposición judicial», informó.

Los registros «transcurrieron con normalidad», indicó Del Olmo, aunque «sí que hubo algún conato de amenazas por parte de algunos de los vecinos que se congregaron en el exterior contra la Policía, fruto de la frustración, ya que la operación había sido un éxito», continuó explicando en su intervención Del Olmo.

Asimismo, el comisario anunció que ésta «es la mayor operación de cocaína en Cartagena de los últimos meses», y además apuntó que «el valor de la droga para la Policía es cero, ya que se puede incentivar la dedicación al tráfico de estupefacientes».

«El dinero requisado se ingresa en una cuenta a disposición judicial para hacer frente a las posibles indemnizaciones, las drogas se envían al laboratorio para analizarlas y se comprobarán si las joyas son robadas o pertenecen a algún propietario al que serán devueltas», manifestó el comisario.

Un largo historial en el tráfico de estupefacientes

El comisario indicó que el cabecilla de la operación, el padre de la familia apodado ´El Gasolinas´, tiene un largo historial de tráfico de estupefacientes. Su última detención tuvo lugar gracias a la colaboración de la policía italiana y de la Guardia Civil, en la que se recuperaron 700 kilos de hachís. Agentes de ambos cuerpos detuvieron a los diez integrantes de la red por pertenencia a organización criminal, tráfico de drogas, blanqueo de capitales y tenencia ilícita de armas.