Una tesis ha demostrado que el uso de bioestimulantes mejora el rendimiento de las tomateras bajo condiciones de alta temperatura.

La investigación de la nueva doctora por la Universidad Politécnica de Cartagena (UPCT) Virginia Hernández Pérez ha concluido también que estas técnicas aumentan además, en determinados casos, los compuestos bioactivos del tomate con propiedades beneficiosas para la salud.

Dirigida por las investigadoras María del Pilar Flores y María del Pilar Hellín, del departamento de Sostenibilidad y Calidad de Productos Hortofrutícolas del IMIDA, la tesis propone igualmente la optimización del manejo de la nutrición nitrogenada para mejorar la calidad del fruto y compensar el efecto negativo sobre el rendimiento de la utilización de mallas de sombreo para mitigar el estrés térmico, recurrente en los cultivos de la Región, en su mayoría desarrollados bajo invernadero, y que frecuentemente se presenta de forma simultánea con otros condicionantes abióticos, como la escasez de recursos hídricos y la salinidad de suelo y agua.

«El objetivo principal de esta tesis fue conocer la influencia de la alta temperatura sobre el rendimiento y la calidad de tomate, centrándose en acumulación de metabolitos relacionados con la calidad organoléptica y nutricional del fruto», explica la autora de la tesis, en la que ensayó diferentes estrategias agronómicas para minimizar los efectos negativos del estrés térmico, como el manejo de la nutrición mineral, la utilización de mallas de sombreo y la aplicación de bioestimulantes.