¿Cuál es el estado actual del Mar Menor? ¿Se han reducido los niveles de contaminación?

Parece que lo único que preocupa es el color del agua, pero el problema es más complejo. Es cierto que hay menos nutrientes, pero sigue habiendo muchos. Además, este año tenemos una situación peor: ha desaparecido buena parte de la pradera subacuática. La situación es bastante precaria y hay que ponerse manos a la obra, pero estamos llegando tarde.

¿Qué medidas proponéis?

Se necesita un control de entrada de nutrientes de la agricultura intensiva, reponer la vegetación, hacer distintos niveles de filtros verdes... Y sobre todo control de superficies de regadíos que no deberían estar y que han aumentado en todo el Campo de Cartagena y de la Región.

Este mes habéis denunciado la roturación y puesta en regadío de unas hectáreas dentro del perímetro del parque regional de Calblanque. ¿Cómo ha evolucionado el tema?

Lo hemos puesto en conocimiento de las autoridades. Hasta donde sabemos extraoficialmente por lo que salió en la prensa es que los regadíos estaban ahí desde hace mucho tiempo y que cumplían la ley, cuando no es así. Si se hace una agricultura de otro tipo más industrializado no tiene el mismo efecto sobre el paisaje ni sobre la flora y la fauna de la zona. No se pueden meter en el mismo saco los distintos tipos de hacer cultivo.

Ya os opusisteis al proyecto del macropuerto de contenedores en El Gorguel, que por lo visto sigue adelante...

El proyecto es un empeño de la APC que no vemos justificado ni económica ni socialmente, y mucho menos a nivel medioambiental. El problema es que es una inversión especulativa en competición con otros puertos que ya lo tienen para ver quién consigue llevarse más tráfico. La filosofía de la inversión no es muy buena, y además se pretende hacer en una zona que tiene protección a nivel marino y a nivel terrestre. No es de recibo que siempre acaben imponiéndose las pretensiones a nivel económico. Proteger los ecosistemas no es un capricho nuestro, sino una necesidad de la sociedad.

En este mes, la ola de calor ha disparado los niveles de ozono en Cartagena. ¿Qué medidas debería tomar al respecto el Gobierno regional para reducir los niveles de contaminación?

El problema de la contaminación del aire está en toda la Región. Tenemos una legislación obsoleta y estamos incumpliéndola a pesar de ello. Se necesitan planes de movilidad sostenible que impliquen la eliminación de cantidad de coches, reducción de velocidad y uso de transportes públicos, así como el fomento de medios no motorizados, como la bicicleta, o andar. A largo plazo, y esto conviene tenerlo en cuenta a la hora de hacer una planificación del territorio, que en todos los barrios tengamos los mismos servicios para disminuir el número de autobuses y las necesidades de movilidad.

¿Creéis que el Ayuntamiento de Cartagena está gestionando bien los problemas de medio ambiente? ¿En qué debería mejorar?

Se puede hacer mucho más. Muchas veces quieren dedicar dinero a estudios, que está muy bien, pero estudiar solo no soluciona nada. Casi todas las medidas tienen vistas al futuro y no están ejecutándose, y otras son contraproducentes. Por ejemplo, hicieron una reunión de la mesa de calidad del aire dentro de una empresa privada que está en la picota por incinerar residuos con contaminantes cuyos efectos se están descubriendo ahora. Ni nosotros ni otras organizaciones acudimos en señal de protesta.