Las altas temperaturas no dan tregua y el verano ya ha entrado de lleno. Sin embargo, la gente no peregrina en masa a su apartamento en la playa como ocurría en otros estíos. Julio no llena La Manga. Éso es lo que sufren hosteleros, comerciantes y empresarios de este enclave donde el turismo familiar de la España de sol y playa alcanzaba su máxima expresión tiempos atrás.
«La Manga está desierta», afirma el presidente de la Asociación de Empresarios de La Manga y Cabo de Palos, Antonio Plaza. Él achaca la falta de veraneantes a la «mala imagen» que se ha dado del Mar Menor en los medios de comunicación de todo el país y también a que la campaña de promoción turística del Gobierno regional ha llegado «demasiado tarde», con todas las reservas ya hechas.
«De lunes a viernes no hay nadie en La Manga, se puede aparcar el coche donde quieras. No como otros años, que esto estaba lleno de gente», afirma el portavoz de los empresarios locales. No obstante, añade que La Manga se llena los fines de semana, sobre todo durante las horas de sol. «La gente viene a pasar el día, o a estar el fin de semana en su apartamento. Llegan el viernes y se quedan hasta el domingo», concluye Plaza.
La hostelería de la zona también ha notado la falta de turistas en julio y está afrontando unas semanas muy duras de escaso trabajo. María Sánchez, de la pizzería Mamma Bohemia, situada en la conocida plaza de La Manga, informa de que «el otro día tuve hasta cinco sitios para aparcar», algo impensable en un mes de julio de actividad normal.
Falta promoción
La hostelera insiste en que «el principal problema viene porque el Ayuntamiento de Cartagena no fomenta La Manga. La mala información y la mala gestión, sobre todo por parte de los políticos, han hecho mucho daño, y es una pena porque esta zona es un entorno natural muy bello que podría dejar muchísimo dinero en la Región». Los chiringuitos también están padeciendo este bajón. En el de Cala del Pino dicen que hay días que solo hacen 200 euros de caja, mucho menos que otros veranos. Respecto a los hoteles, tal y como informa la presidenta de la asociación Hostetur, han estimado una bajada aproximada del 15% en comparación con el año pasado este mes de julio. Confían en que la situación mejorará el próximo mes, donde esperan poder hacer su agosto y salvar el verano.
