Las familias de los cuatro fareros que viven en la torre vigía de Cabo de Palos serían las principales afectadas por la conversión del faro en hotel, ya que serían desalojadas de allí. No obstante, el presidente de la Autoridad Portuaria, Antonio Sevilla, señala que hablará con ellos en septiembre para escuchar la postura de estos trabajadores del Puerto.

El presidente Antonio Sevilla pretende ofrecerles una residencia alternativa al faro. Uno de los trabajadores, Javier Argul, señaló a título personal que él no está dispuesto a abandonar el faro porque «yo, al igual que mis compañeros, aprobé una oposición nacional que llevaba implícito el tener que vivir dentro del propio faro de Cabo de Palos».