En apenas unas semanas Cartagena perderá un edificio que ha sido un punto de referencia para todos los que la habitamos, el edificio de la ONCE. Y digo esto porque a pesar de que hace ya varios años que dicha institución trasladó sus dependencias a una zona del casco antiguo, somos muchos los cartageneros que seguimos «quedando en la ONCE» o diciendo que hemos visto a alguien «a la altura de la ONCE». Por eso he creído conveniente relatar cómo se llegó a la construcción del mismo, cómo fue su inauguración y cuáles eran las instalaciones que contenía en su interior. Para ello viajamos a 1964, momento en el que la sede de la Organización Nacional de Ciegos en el número 76 de la calle del Carmen es claramente insuficiente para albergar los servicios necesarios para cumplir su función. Por eso con fecha de 20 de abril de dicho año el delegado de la Organización en nuestra ciudad Ricardo Álava Pérez presentó una instancia al Ayuntamiento de Cartagena solicitando la construcción de un nuevo edificio. El proyecto se le encargó al arquitecto murciano Pedro Cerdán Fuentes, autor20 años atrás del colegio de las Adoratrices situado también en el Ensanche.

Como bien afirmaba el arquitecto en la memoria del proyecto éste se adaptaría a las especiales características que debía poseer la construcción dado el uso y fin del mismo. El edificio constaba de semisótano, planta baja y tres plantas más ocupando todas ellas una superficie de mil novecientos metros cuadrados. Según el proyecto en el semisótano se encontrarían la cafetería, salón de juegos y salón de tele-club y los servicios de almacenes, calderas etc. En la planta baja el salón de actos con capacidad para cien personas, salón de vendedores donde se retiraba el cupón, despachos y oficinas. En la primera planta una clínica sencilla para curas de urgencia y servicio de practicantes, consultorio general del médico, servicio de asistencia social y cinco oficinas. La segunda se reservaba para oratorio capilla, dos aulas para desarrollo de cursillos y reuniones y biblioteca ´Braille´ y la tercera para viviendas y algunos servicios complementarios.

Continuando con la historia del edificio la construcción no empezó hasta 1966, y aunque se terminó en junio de 1967, su inauguración oficial no se produjo hasta diciembre de 1970 siendo delegado Quintín Villagrán. El día 11 de dicho mes el fallecido Obispo de Cartagena Monseñor Azagra consagró la capilla oratorio al no poder asistir a los actos propios de inauguración que fueron el día 13 coincidiendo con la festividad de Santa Lucía, patrona de la institución.

Ese día el rector del colegio ´La Inmaculada´ de los P.P. Franciscanos padre Ruiz Verdú ofició una misa a la que asistieron las primeras autoridades civiles y militares.

Posteriormente el alcalde Ginés Huertas efectuó la inauguración oficial y se procedió al acto de entrega de llaves a los concesionarios de los tres primeros kioscos que se instalaron en nuestra ciudad para la venta del cupón.

Hasta aquí la génesis de un edificio que como dije al principio en breve desaparecerá para siempre de nuestro paisaje urbano.

Con esta historia me despido temporalmente de mis apreciados lectores tras casi siete años sin faltar a mi cita semanal, pero prometo volver en septiembre para seguir contando más Historias de Cartagena.