Seis de cada diez bebés nacidos por cesárea en 2016 en el hospital Santa Lucía, de Cartagena, tuvieron contacto directo con sus madres nada más nacer, lo que se conoce como método piel con piel, una de las mejoras en la atención al parto introducidas por el centro en el último ejercicio.

El servicio de obstetricia y ginecología del centro ofreció esos datos ayer en el congreso regional de Calidad Asistencial, donde destacaron las distintas medidas puestas en marcha para mejorar la seguridad e información a las embarazadas en el proceso del parto y nacimiento de los bebés.

Se trata de «avanzar en el proceso de humanización del parto», explicó la ginecóloga Rocío López, una de las promotoras de estas medidas, que han comenzado por avanzar en él en las cesáreas, ya que hasta el momento la madre era separada del bebé y del padre tras el alumbramiento. El recién nacido podía realizar el contacto piel con piel con su padre, mientras que la madre era trasladada a una sala de reanimación general en la que no estaba en contacto con ellos. Para evitar esa situación, en 2016 se habilitó una sala de reanimación en el área de paritorios con una matrona de refuerzo para que las madres puedan recuperarse y practicar el piel con piel con sus hijos.