El magistrado Ignacio Munitiz, titular del Juzgado de Instrucción número 5 de Cartagena, ha admitido a trámite una querella interpuesta por la Asociación de Amigos de Calblanque, a través de su letrado José Ortega, contra la gestión de los aparcamientos del parque en el verano de 2014. La Justicia investiga cinco posibles delitos de usurpación de funciones públicas, falsedad documental, tráfico de influencias, malversación de caudales públicos y estafa.

Los investigados son: Karl H. Bödding, Ángel del Val y Bárbara Kesselmeier. Los querellantes acusan a Bödding «de haber montado toda la actividad de ordenación de los aparcamientos con la única finalidad de obtener un lucro personal», señalando que es el representante en España de Costa Paradiso, la mercantil poseedora de gran parte de los terrenos de Calblanque. Bödding también fue el presidente de la Entidad de Custodia que gestionó el parque en 2014 y el administrador de Turismo Rural Sostenible SL, la firma con la que la Entidad creada por Bödding subcontrató la gestión de los aparcamientos.

Los denunciantes mantienen que Del Val, el hombre de confianza de Bödding, figuraba como secretario de la Entidad de Custodia, cobrando un sueldo de 300 euros al mes por trabajar como «supuesto controlador de aparcamientos». Asimismo, añaden que siguió cobrando todos los meses hasta enero, pese a que el control de accesos terminó en agosto.

En cuanto a la tercera investigada, Kesselmeier, indican que tiene competencias limitadas en Costa Paradiso, y que firmó un contrato de cesión de terrenos a la Entidad de Custodia «sin tener poderes suficientes para ello dentro de la empresa». Según los querellantes, «Kesselmeier pone su rúbrica en el contrato de cesión de terrenos de Costa Paradiso a la Entidad de Custodia para ocultar la concurrencia de intereses, puesto que Bödding, único con poderes en España para sellar este acuerdo, quería evitar que se evidenciara una posible confusión de personalidades jurídicas e intereses económicos».

Los Amigos de Calblanque señalan que «Bödding se comprometió a realizar una actividad sin ánimo de lucro por el bien del parque, y que la investigación apunta a que supuestamente pudo ingresar unos 6.000 euros por su gestión en el verano de 2014».