Vecinos de Ciudad Jardín y El Ensanche reclaman al Ayuntamiento la tala de un centenar de moreras plantadas desde hace años en ambos barrios de Cartagena. El motivo es la suciedad que ocasionan al caer al suelo los frutos de estos árboles, según apuntan los representantes vecinales de estos dos barrios.

La presidenta del Ensanche, Ana de Haro, sostiene que «las máquinas de limpieza vienen todos los días, pero, a la media hora de pasar, la acera vuelve a estar llena de moras». Por su parte, el presidente de Ciudad Jardín, Alfonso López, critica que la «dejadez» de la Administración y la falta de mantenimiento es la clave de este problema. «Los árboles llevan años sin podarse, así que no paran de tirar moras y ensuciar la calle», critica. López señala que su asociación ha tenido que sufragar con su propio dinero la poda de varias moreras situadas junto a su local social.

Desde el Consistorio reconocen que «existe un retraso en la poda porque el contrato de parques y jardines de 2014 era muy escaso y, como es sabido, sucesivos recursos han impedido que se adjudique el propuesto por la actual Corporación, que está en licitación y atiende todas las necesidades de este tipo». No obstante, el Ayuntamiento indica que el martes se podaron los árboles del entrono del Cénit, que todos los miércoles se limpia a fondo la zona colindante, y que la calle de Ribera de San javier, en el Ensanche, también quedó limpia el miércoles».

En el Ensanche están ya «hartos» de las moreras. «Aquí tendríamos que hacer como hicieron un año en Los Dolores, coger un hacha y podarlas todas una noche, y así estaría el problema resuelto», apunta De Haro, que también desvela que el Ayuntamiento no puede arrancar las moreras porque sí. En este barrio las calles Ribera de San Javier, San Pedro del Pinatar y el entorno del Cénit son los principales focos de moreras. En lo que respecta a Ciudad Jardín, los árboles están repartidos por la calle Españoleto y los aledaños de la asociación de vecinos. No obstante, en Ciudad Jardín también andan de cabeza con los naranjos de la calle Carmen Conde. «El suelo está pegajoso, lleno de mierda, no hay quien ande, encima los mosquitos se alimentan de los frutos que caen al suelo», se queja el presidente vecinal. El Ayuntamiento concluye que estas naranjas bordes fueron retiradas del suelo el lunes.