En su opinión, estos profesionales no pueden trabajar en condiciones de «calidad» por las reducidas plantillas de los hospitales Santa Lucía y Santa María del Rosell, que ven «sobrepasadas» sus habituales cargas de trabajo. Guillamón apostó por una adecuación de las plantillas y la necesidad de camas hospitalarias en ambos centros sanitarios para solucionar la situación, que se ve agravada por las «enormes» listas de espera.

Exigió a la Consejería que «tome cartas en el asunto de manera urgente» y que haga efectiva ley del Rosell aprobada en la Asamblea Regional de Murcia por la oposición y que el Gobierno autonómico «parece no querer desarrollar».