Un foco de insalubridad y un inmueble donde acceden jóvenes y vándalos para hacer destrozos y robar materiales. Es la denuncia que hacen los vecinos de José María de Lapuerta sobre una antigua guardería que se encuentra junto a la plaza de la farmacia, en pleno centro del barrio. Según los residentes, cerró hace tres años y, desde entonces, se han sucedido los actos vandálicos en su interior.

El último ocurrió el pasado fin de semana, cuando los vecinos tuvieron que llamar a la Policía Local por la nueva entrada de personas con intención de apoderarse de los pocos objetos de valor que aún quedan en el inmueble, como tuberías o mobiliario de la antigua guardería, que era un centro de conciliación laboral y familiar para personas sin recursos.

Los agentes precintaron la entrada a la vivienda, que carece de cerrojos y cuyas ventanas están abiertas con sus rejas rotas, pero según los residentes, al día siguiente ya habían entrado de nuevo.

Desde el colectivo vecinal del barrio ya han informado de la situación al Ayuntamiento. El portavoz de la coordinadora de asociaciones de la zona, Luis López, recuerda que la guardería estaba gestionada por un colectivo que tuvo que dejar el proyecto por falta de recursos, por lo que el inmueble pasó a ser de una entidad bancaria. «Una solución a los problemas sería tapiar los accesos para que nadie pueda entrar, así como limpiar la zona exterior para evitar que los niños puedan sufrir cualquier tipo de daño», dice López, quien además añade que la estructura de la vivienda está debilitada y ya ha habido desprendimientos de paredes.

En cuanto a los peligros del inmueble, los vecinos afirman que en el interior sigue habiendo materiales y mobiliario de su antiguo uso, como mesas y armarios, así como una fotocopiadora. De hecho, indican que la vivienda también tiene en su interior papeles y cartuchos de tinta, que ahora están tirados por el suelo y al alcance de cualquier niño que pase por la zona, ya que el jardín está abierto. «Se trata de un foco de insalubridad que puede ser un germen de bichos o un punto donde se produzcan altercados más graves», denuncian los residentes.

Tres incendios

Y es que, según desvelan, ya se han producido tres incendios en el interior de la casa y se llevan a cabo reuniones donde los golpes y el ruido son protagonistas. «Sólo queremos que se ponga en marcha alguna medida que evite un mal mayor, ya que se trata de una vivienda que está junto a la plaza principal de la barriada, donde ahora se llevan a cabo actividades culturales y en la que conviven todos los vecinos», reclaman.