La multinacional Sabic niega que por sus chimeneas esté emitiendo bisfenol A a la atmósfera. La dirección de la planta de La Aljorra está preocupada por la alarma social que ha provocado la publicación de los resultados preliminares de un estudio de investigadores de La Arrixaca en el que asocian la supuesta emisión con la existencia del triple de casos de cáncer infantil en las áreas cercanas a La Aljorra, así como en el Cabezo Beaza, respecto a otras zonas.

Este informe asocia algunos tipos de tumores con la exposición a sustancias tóxicas para el medio como el bisfenol, aunque también advierte de que no se puede concluir que exista una relación directa entre la mayor incidencia de tumores y los citados focos industriales.

Sin embargo, desde la dirección de Sabic aseguraron ayer que en los controles que la empresa pasa de forma regular cada año -cuatro auditorias por Organismos de Control Autorizados (OCAS)- y en las mediciones a tiempo real que envía durante los 365 días a la Comunidad Autónoma no se miden las emisiones de bisfenol A (BPA) «porque no podemos controlar algo que no generamos», indicó el director Juan Alemany.

Esta sustancia química, que se utiliza en la fabricación de policarbonatos, no supone un riesgo para la salud de la población a los límites de exposición actuales, según la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria, precisó Pedro Soto Alarcón, responsable de Medio Ambiente, Higiene Industrial y Seguridad en el Trabajo de la compañía.

Alemany explicó que la compañía está en contacto con las consejerías de Medio Ambiente y Sanidad de la Comunidad Autónoma para ver de qué modo se puede mejorar el control de sus emisiones. «Nos han hecho una propuesta y ahora tenemos que analizarla para tener todas las garantías de que las mediciones se llevan a cabo con todos los niveles de calidad exigidos», precisaron.

«No es peligroso»

La Politécnica está trabajando en la tecnología necesaria para llevar a cabo estos análisis, «que no se hacen en ninguna parte del mundo. Producir BPA no es peligroso, Sabic lo produce en otros lugares en Europa y jamás ha tenido ni un solo incidente ni aquí ni en La Aljorra», añadieron. Asimismo, indicaron que la Administración lleva un control exhaustivo con revisiones periódicas y que el alquitrán que se genera en la planta como resultado de la combustión del BPA-TAR tampoco emite cenizas a la atmósfera, sólo gases y todos por debajo de los umbrales permitidos por la ley.

Los vecinos se quejan de la presencia de polvo, cenizas y olor, pero la co-incineración sólo produce gases «y se lleva a cabo con las condiciones necesarias para que toda la materia orgánica se destruya», señalaron desde Sabic, que ha solicitado ayuda externa experta para mediciones y estudios independientes, cuyos resultados se compartirán en cuanto se tengan.