Este año las dos aulas prefabricadas que el colegio San Isidoro y Santa Florentina tiene en la Casa del Niño cumplirán una década. Padres y profesores del centro volvieron a concentrarse ayer para exigir a la Consejería de Educación que ponga fin a estas instalaciones.

La primera protesta tuvo lugar a las nueve de la mañana en la entrada del edificio principal del colegio San Isidoro y Santa Florentina y contó con la presencia del concejal de Educación, David Martínez, quien exigió al Gobierno regional la eliminación de las citadas instalaciones y «el arreglo inmediato de la parte del centro que desde hace año corre riesgo de derrumbe».

A su vez, el alcalde de Cartagena, José López, se sumó a una segunda concentración de los padres, que tuvo lugar a las dos de la tarde coincidiendo con la salida de los escolares. El regidor, quien mostró su apoyo a los padres y docentes, señaló que le parece «vergonzoso» que un Bien de Interés Cultural (BIC), que compró la Consejería para ubicar en su interior el Museo de Fotografía de la Región, «se haya dejado totalmente olvidado. Se cae a trozos, no lo rehabilitan, y lo utilizan para darle cabida a los alumnos que no caben en el edificio de San Isidoro y Santa Florentina, alojándolos en parte en aulas prefabricadas».

López lamentó que la Consejería de Cultura considere este hecho como algo anecdótico, «cuando varias generaciones de alumnos se han pasado un ciclo formativo entero estudiando en barracones».

En la actualidad este centro acoge a unos 800 escolares, de los que unos 260 del ciclo de Infantil acuden a clase en la Casa del Niño. El representante de la Asociación de Padres y Madres (AMPA) del colegio, Pedro de Jódar, indicó que el colectivo lleva varios meses esperando que la Consejería contacte con ellos para tratar este problema y destacó: «Es vergonzoso que la eliminación de las aulas prefabricadas quede supeditada a los favores de la Comunidad Autónoma».

La AMPA ya está estudiando nuevas movilizaciones, aunque ya no serán ante las puertas de la Casa del Niño o del edificio del Paseo, sino en la Asamblea Regional y en el Palacio San Esteban.

El clamor de los padres se debe no sólo a la situación de los citados barracones, sino a que la Consejería ha comunicado a algunos docentes su intención de concertar un colegio en el centro de la ciudad porque dicen que hace falta, «cuando lo que hace falta es que impulsen los centros públicos de la ciudad y se atiendan sus necesidades como es debido», apostilló el alcalde.