La madre del menor, una mujer saharaui que lleva residiendo en España más de una década, tuvo una gestación normal e ingresó para dar a luz el 11 de octubre de 2011. Alumbró dos gemelos y fue necesario hacerle una cesárea. Uno de los niños sufría leves problemas de ventilación y fue ingresado en Neonatología, donde el día anterior se detectaron tras practicar los correspondientes análisis dos casos de colonización de la citada bacteria, que es muy resistente e incluso letal y que ataca de forma más agresiva a anciano, recién nacidos y pacientes recién operados, en dos bebés ingresados en esta unidad. Uno de ellos falleció a los pocos días, explicó el abogado Domingo Núñez Pérez, representante legal de la familia.

«La epidemia en Neonatología tuvo una tasa de ataque del 16% y, con posterioridad, esta unidad se reestructuró y se separaron las áreas de Cuidados Básicos, Intermedios e Intensivos, y se creó un puesto de aislamientos en Cuidados Intermedios», destacó el letrado. A los tres días de su ingreso en Neonatología el bebé se encontraba en perfecto estado e incluso tomaba una dieta normal, pero cuando estaban a punto de darle el alta en esta unidad para derivarlo a Pediatría, «sufrió un empeoramiento brutal y fue ingresado en la UCI de Neonatos, donde permaneció dos meses y salvó la vida gracias a los cuidados del personal sanitario», subrayó. Al empeorar le hicieron un análisis y descubrieron que estaba infectado por la bacteria klebsiella Pneumoniae Blee. «La enfermera declaró que sí se le habían hecho los análisis, pero no apareció ningún documento que lo confirmase ni los resultados del mismo», precisó.

Tras sufrir esta infección, el niño -que ahora tiene cinco años y medio- quedó afectado de forma irreversible por hemiparesia, sordera bilateral que no le permite distinguir las palabras, tiene paralizada parte de su cuerpo, pérdida de agudeza visual, entre otras patologías, indicó. El 4 de julio de 2014 el IMAS le reconoció un grado de discapacidad del 48%, con validez hasta el 3 de julio de 2018.

El fallo de enero de 2017 considera que el menor recibió una asistencia sanitaria incorrecta «por no haberle practicado un análisis que descartase que podía haber sido infectado y porque los otros bebés que tenían la bacteria no habían sido aislados», dijo. La mayor parte de la indemnización la abonará Berkley, apostilló.