Los cuatro fareros de Cabo de Palos rechazan la creación de un hotel en la torre donde trabajan y habitan. Abrir este negocio turístico es una iniciativa que el Partido Popular ha presentado para su debate en el Congreso de los Diputados. Estos trabajadores viven allí junto a sus familias, por lo que temen quedarse sin casa. «Nos desahucian para abrir un hotel», lamentan. Los fareros aprobaron una oposición de funcionario estatal, aunque hace años que fueron reconvertidos a personal laboral del Puerto. Ganan unos 1.500 euros al mes. Tres de ellos son naturales de Galicia, Asturias o País Vasco. El otro, que está a punto de jubilarse, nació en el mismo faro. Explican que, cuando consiguieron el empleo, una cláusula les obligaba a vivir en el faro. Con el paso del tiempo, consideran que habitar en su lugar de trabajo forma parte de su empleo, y de su sueldo. Critican que con su salario no pueden pagar un alquiler en Cabo de Palos durante el verano. El que menos tiempo lleva acumula ya más de 25 años viviendo allí con su familia.

La instalación, que sirve de vigía de la reserva marina de Islas Hormigas, de la que también forma parte el propio faro, está protegida como Bien de Interés Cultural (BIC). En la actualidad, manifestan sus habitantes, «el faro está a pleno rendimiento y en buen estado de conservación». Ellos no quieren que se haga un hotel, aunque les den una casa a cambio. La infraestructura está gestionada por la Autoridad Portuaria, dependiente del Ministerio de Fomento. Desde este faro coordinan todas las torres vigías del litoral murciano.

El Comité de Empresa del Puerto, que ha pedido reunirse con el presidente del Puerto, Antonio Sevilla, rechaza de forma unánime convertir el faro en un hotel, como pretende Teodoro García, diputado del PP por Murcia. Los empleados están dispuestos a movilizarse para que los populares «no privaticen el faro para darle un negocio a un amigo del partido». En la iniciativa presentada en el Congreso, el parlamentario murciano propone otorgar la explotación del faro como establecimiento hotelero mediante concesión. El Comité cree que esto restringiría el libre acceso de los ciudadanos a la instalación portuaria, y sólo podrían disfrutarlo aquellas personas con un nivel adquisitivo alto.

Los fareros pedirán ayuda a todos los partidos políticos del Ayuntamiento. El PP anunció su proyecto la pasada semana. Los populares destacaron que también están interesados en convertir en hotel el faro de Portmán. Además, añadieron que es la Autoridad Portuaria la que hace una primera criba entre los faros que pueden rehabilitarse como alojamiento, y la que tramita y aprueba el proyecto. Pese a ser de su competencia, desde el Puerto prefirieron no pronunciarse al respecto. El faro de Isla Pancha, en Ribadeo (Lugo), abrió este mes sus puertas como alojamiento turístico. Se trata del primero de España con uso hotelero. Tiene sólo dos habitaciones. A diferencia del de Cabo de Palos, este faro estaba abandonado. Los fareros harán movilizaciones si el proyecto continúa.