La Asociación de Chiringuitos de Cartagena (Achica) teme que este verano no haya en el municipio negocios de hostelería a pie de playa dónde tomarse una cerveza.

Desde el colectivo empresarial señalan que su preocupación viene motivada por no saber cuándo resolverá el Tribunal Administrativo Central de Recursos Contractuales la demanda que paraliza el concurso público, que lanzó el Ayuntamiento para adjudicar las 78 instalaciones de playa. Dicho proceso de selección, al que se presentaron unas 110 candidaturas, se cerró a finales de marzo.

Además de los chiringuitos, también incluye a las escuelas de vela y a los alquileres de hamacas. La demanda reclama que se declare nulo el concurso y se prorroguen las licencias del año pasado. La misma ha venido motivada, según Achica, por «cometer errores graves el Ayuntamiento en las condiciones y el proceso del concurso». El Consistorio aclara que la reclamación ha sido firmada por dos personas físicas, y que, en ella, no figura el nombre de la asociación.

La edil de Turismo, Obdulia Gómez, encargada de las concesiones, avanza que su concejalía ya no puede hacer nada hasta que so se pronuncie el Tribunal. No obstante, aclara que cree que la respuesta de éste llegará pronto, antes del estío. «Acataremos lo que ordenen. Ya tenemos varios planes previstos para que, en cuanto tengamos la respuesta de la demanda, se agilicen todos los trámites para adjudicar los chiringuitos lo más rápido posible». Gómez fue increpada por varios empresarios, que le gritaron «Obdulia. ¡Queremos chiringuitos! ¡Vaya vergüenza!», mientras participaba como edil, junto al alcalde José López, en la procesión de Cabo de Palos, celebrada el Jueves Santo. Los empresarios también protestaron contra la concejala con una concentración en la iglesia de la citada localidad, el sábado 8 de abril, mientras ésta pronunciaba el pregón de su Semana Santa.

Gómez cree que las personas que están «entorpeciendo» el proceso lo hacen porque «tienen miedo a perder su chiringuito». La edil argumenta que, este año, es la primera vez que se hace un concurso público para adjudicar las concesiones de temporada de las instalaciones de playa. El proceso ahora paralizado por el Tribunal, según la edil, es «igualitario y transrapante». Además, apunta, «está avalado por los servicios jurídicos municipales». En el mismo, indica la edil, se busca que el proceso esté más abierto a todo el mundo. «No se tiene en cuenta la antigüedad por tener un verano un chiringuito, porque sería restrictivo e ilegal, y se busca que a las instalaciones puedan tener acceso más hosteleros, y que no una sola empresa acapare varios negocios», apunta la concejala. Gómez recalca que los empresarios «no pueden creerse los dueños de su sitio en la playa porque la concesión es temporal».

Antes, sostiene Gómez, era el Instituto Municipal de Servicios del Litoral (Imsel) -organismo disuelto por el actual Gobierno local- el que tramitaba los chiringuitos «de una forma que no era de acuerdo a la ley». La responsable de la parcela de Turismo apunta al respecto que la Demarcación de Costas, que es la que cede al Ayuntamiento los puntos para las instalaciones de playa, puso en marcha una norma de reglamento interno, en 2015, que obliga a efectuar este proceso mediante concurso público, y que hasta la fecha no se hacía así. La edil concluye que el Ayuntamiento «trabajará al máximo» para que haya chiringuitos este verano. Esta Semana Santa nadie pudo pedir una cerveza en las playas cartageneras porque, al contrario de otros años, ningún empresario tenia autorización para abrir su chiringuito.