Hace ahora un año que se inició la conmemoración del IV Centenario de la muerte de Miguel De Cervantes Saavedra, el más grande de nuestros escritores en habla castellana y autor de la novela más importante de la historia de la literatura universal. Nos encontramos en las últimas semanas del cierre de estos doce meses en los que han proliferado conferencias, publicaciones, exposiciones y homenajes en todo el orbe. Llegado su tiempo, tal vez deberíamos evaluar la oportunidad, utilidad y calidad de cuanto se ha hecho y, sobre todo es nuestro deber que hayamos aprendido, disfrutado y crecido con estos actos culturales y artísticos.

Ojalá que no se quede acartonado, como diría el artista Petrus Borgia. En nuestra tierra se constituyó la Comisión Cervantes 400 Región de Murcia, que nació de una conversación de un grupo de amigos, artistas y escritores, en torno a un café, en la plaza de la Merced, frente a la Universidad de Murcia. Recordaba yo mi paso por la Facultad de Letras y las enseñanzas de profesores inolvidables como Mariano Baquero Goyanes, que me acrecentaron la pasión por la literatura de nuestro siglo de oro y, en especial, por el legado cervantino. Propuse aunar fuerzas a mis contertulios: El escritor Santiago Delgado, el pintor Álvaro Peña, los ilustradores Juan Álvarez y J orge Gómez, el escultor Antonio Soler, el profesor, músico y trovero Emilio del Carmelo Tomás Loba y la dramaturga Diana de Paco. De allí salió el germen de una comisión a la que se han ido sumando personalidades del arte, la cultura, la literatura, la música, el asociacionismo cultural, el periodismo, el teatro, etc.

Había que hacer algo porque había que poner a nuestra Región en el mapa de actividades del cuarto centenario, y así lo presentamos a varios ayuntamientos de la Región y a la Consejería de Cultura que, en ese momento, nos reconoció que no había nada previsto y que veían como positiva nuestra iniciativa. Las dos primeras propuestas que pusimos sobre la mesa de la cafetería La Toga fueron la de organizar dos exposiciones con 30 artistas cada una de ellas y otros 30 escritores de primera fila, así como la de hacer un monumento a Cervantes junto a la Facultad de Letras. Estas y otras muchas cosas se han hecho, siendo el buque insignia de unos actos que hemos englobado bajo el lema de 'Cautivo de la hermosa herida'.

El reconocido e internacional escultor Antonio Soler, murciano de origen lorquino, se brindó a donar una escultura en bronce sobre pedestal de mármol, si la comisión encontraba la financiación para el material y si era aprobado el boceto por el Ayuntamiento de la ciudad murciana.

Desde octubre de 2016 podemos disfrutar en la Plaza de la Universidad de un maravilloso e impresionante monumento: Un busto de Cervantes escribiendo en un manuscrito en el que se reproduce una escena en la que se observa a Don Quijote y Sancho en un paisaje de molinos de viento que el autor se ha tomado la licencia de convertir en molinos cartageneros. El día de la inauguración se congregaron 400 personas, con la inoportuna ausencia del alcalde de Murcia, José Ballesta y del Presidente de la Asociación Hay un Tigre Detrás de Ti, Victorio Melgarejo. Hubo discursos, literatura, música, actuación teatralizada de Pedro Segura Lorente y talleres de dibujo para los niños. Pide ahora mi admirado, escritor y compañero de este diario, Juan Bautista Sanz una escultura para Cervantes, basada en la más murciana de sus novelas: La Gitanilla. Propongo que en acto supremo de hermandad y buen reparto entre capitales, dicha escultura se ponga en la muy cervantina ciudad «a la que los de Carthago dieron nombre». Seguro que a los cartageneros no se les olvidaría la existencia de un monumento a Cervantes.