Con ese olor a tomillo y a romero que circula en el ambiente y con el eco de nuestros pasacalles ya presente, parece que Ciudadanos, PSOE y el otro partido de la oposición, cuyo nombre no logro recordar, han querido adelantar unos días la Semana de Pasión al Presidente de nuestra Comunidad Autónoma, Pedro Antonio Sánchez (PAS), pues es más que probable que estemos asistiendo a su última semana al frente del ejecutivo regional, al menos, durante esta legislatura.

Muchos son los políticos que piensan, aunque algunos no lo digan públicamente, que PAS ha tenido muy mala suerte, a la vista de las circunstancias que envuelven al caso Auditorio de Puerto Lumbreras, pues en el corto plazo, lo normal es que salga exculpado como ya lo ha sido en tantas otras ocasiones, pese a los enormes esfuerzos del PSOE y de alguno de sus ´desconocidos´ colaboradores.

La diferencia, ahora, es que el presidente popular se ha quedado sin tiempo y que desde la madrileña calle Génova, por lo visto, andan ya algo más que nerviosos con este affaire murciano, aunque los presupuestos vayan por buen camino; y no quieren ni plantearse que el PP pueda ´regalar´ las riendas de una Comunidad, fuertemente fidelizada desde hace veintidós años, por salvaguardar la imagen de un único ´soldado´.

Así pues, Ciudadanos, que sigue en esa lucha encomiable por buscar su camino, ha sabido liarla parda en Murcia por exigir ´algo´ que, a todas luces es más que discutible, aunque en honor a la verdad figuraba entre los acuerdos que condicionaron el apoyo al Gobierno de Mariano Rajoy. Por otro lado, ya se sabe que por la boca muere el pez, y PAS anunció públicamente con suma claridad, hace ya meses, que dejaría su sillón sin vacilar en el mismo instante en el que fuera «investigado» por cualquier causa€, cosa que finalmente ha sucedido. Y, a pesar de que en el mundo de la política, increíblemente, todo puede ser blanco y negro a la vez, el murcianico de a pie entiende mal los trabalenguas, suele tener buena memoria en el corto plazo y no ve con buenos ojos que aún permanezca en la silla su presidente. Por tanto, aunque una parte importante de la ciudadanía no ponga en tela de juicio la honestidad de Pedro Antonio, sí que se cuestiona el valor de su palabra.

Las espadas están en lo alto y, si el PP regional comete el error de no proponer a la Cámara un candidato alternativo a PAS, la junta de portavoces convocada para la una de la tarde del miércoles 5, fijará el debate en pleno de la moción de censura del PSOE que, como saben, necesita de mayoría absoluta para salir adelante. Y es que en política ya se sabe, la oposición siempre está atenta a machacar al contrario, como es su obligación; ágil para sacar un rédito fácil, aun teniendo que renegar de peritos conocidos; lista para hacerse de notar, aunque solo sea por postureo; o incluso en esta ocasión, sorprendida, ante la posibilidad de que le puedan regalar el Gobierno de la Región de Murcia a su jefe de filas: una ambición de González Tovar que, hoy por hoy, ya no es una simple quimera.