Más de 800 abogados asesinados en Colombia en los últimos años es el balance que hizo ayer el presidente del Comité Ejecutivo de la Abogacía del país suramericano, Jairo Céspedes, en su visita al decano de los letrados cartageneros, José Muelas. Lo peor es que esas muertes se han llevado a cabo con total impunidad.

No obstante, la situación ya ha empezado a cambiar y gracias al apoyo de los abogados españoles y, en especial, de los cartageneros, «el periodo más oscuro de la abogacía en el mundo ya no es invisible y desde Europa ya se está encima del problema», argumentó Muelas.

El cambio, según Céspedes, se debe a que antes tanto el poder judicial como el político estaba corrompido por las mafias de la droga y las guerrillas y ahora, tras acuerdos alcanzados, parece que la situación está yendo a la normalidad.

El siguiente paso, según el presidente del Comité Ejecutivo de la Abogacía Colombiana es «contar con un Estatuto que nos proteja». Para ello, Céspedes contará con el apoyo del Colegio de Abogados de Cartagena y de los órganos colegiales españoles para desarrollar el texto. «Ya presentamos un proyecto tomando como base el estatuto español, pero con los cambios gubernamentales del país aún sigue encima de la mesa», dijo el letrado colombiano.

En su visita, Céspedes señaló que además de la redacción de ese Estatuto de los Abogados debe de aprobarse la colegiación obligatoria de los letrados en el país suramericano con el fin de tener más fuerza como colectivo y crear una cultura de gremio que hasta ahora no existe. Asimismo, el presidente del Comité Ejecutivo de la Abogacía Colombiano explicó que otro paso aún por dar en su país es la posibilidad de defender las funciones públicas a los letrados.