? Dris, peluquero árabe de la zona centro de Cartagena, asegura que «soy el único que respeta los horarios de apertura. Abro de 9.30 a 13.30 horas y, por las tardes, cierro a las ocho y media». Así, este barbero apunta que sus compatriotas «no respetan el horario e, incluso, trabajan los domingos». Además, añade que «están cortándole el pelo a la gente incluso a las diez de la noche».

Dris critica que «soy el único árabe que paga impuestos». Así que también se siente en desventaja respecto a sus compañeros de profesión que, según él, «no están dados de alta en la Seguridad Social y trabajan sin pagar impuestos».

Este profesional de la tijera ha hablado con sus compatriotas para intentar que suban el precio de su corte de pelo -que ronda los cinco euros- pero admite que no consigue convencerlos. Él se siente perjudicado por esto y critica que tiene que mantener el precio que ponen los negocios que hay cerca del suyo porque si no, se queda sin clientela.

Por eso, afirma que le cuesta bastante conseguir una remuneración digna debido a los impuestos a los que tiene que hacer frente para cumplir con la normativa y hacer lo que marca la Ley. A. G.