Los peluqueros árabes abren a cualquier hora del día y de la noche, y cobran menos de la mitad por un corte de pelo que el resto de barberos que hay en la ciudad. De eso se queja la Asociación Comarcal de Peluqueros de Caballeros, que en la actualidad aglutina a medio centenar de profesionales cartageneros. El presidente de este colectivo, Antonio Martínez, denuncia que esta situación provoca «una competencia desleal». Además, añade, «tenemos serias dudas de si están debidamente dados de alta en la Seguridad Social». Martínez asegura que ha acudido en varias ocasiones a las oficinas de la Agencia Tributaria, en calidad de presidente de la Asociación, para reclamar un listado con todos los peluqueros de la ciudad. «Hacienda me niega los datos, pese a que somos una organización con estatutos y todo», se queja.

La diferencia entre los establecimientos regentados por árabes y los que llevan españoles radica principalmente en el precio, según Martínez. «Ellos cobran 5 euros por un corte de pelo, cuando nosotros lo hacemos por 9 ó 10 euros. Incluso hay peluquerías en las que arreglarse la cabellera cuesta 12 euros, así que ofertan un precio que, en ocasiones, es menos de la mitad», expone.

Para acabar con esta situación, los peluqueros cartageneros reclaman mayor control por parte de las autoridades, para vigilar que todos los negocios del municipio cumplen con las normativas de horarios y pagan al día sus tributos. «Nosotros no queremos condenar a nadie, sea árabe o de otra procedencia, pero sí que exigimos que todos tengamos las mismas condiciones porque con los impuestos que pagamos es imposible poner esos precios», lamenta el presidente de la Asociación Comarcal de Peluqueros de Caballeros.

Martínez lleva 20 años como presidente de la organización, sus tijeras acumulan medio siglo de profesión. «En dos meses me jubilo y dejo la presidencia», asegura. Por eso, explica que en los últimos meses ha visitado a los jóvenes peluqueros de Cartagena para animarlos a formar parte de la Asociación, y que sean ellos los que tomen el testigo de la misma. «El jueves, a las 21.00 horas, tenemos una reunión en la sede de COEC, si no entra gente nueva acabaremos disolviéndola. Los jóvenes no quieren unirse, van a su bola», lamenta Martínez. Los asociados no tienen que pagar ninguna cuota por afiliarse y, según el actual presidente, «sería bueno que los profesionales se juntaran ahora que está el negocio en auge, ya que podrían acordar precios y mejorar el servicio que prestan».

Se da la circunstancia de que cinco de los ocho miembros de la directiva han dejado la misma tras jubilarse. Así que el organigrama está en cuadros. Los actuales miembros de la Asociación creen que manteniéndola y estando unidos podrán acabar con la competencia desleal, que denuncian que sufren por parte de los peluqueros árabes. No obstante, el colectivo deja la puerta abierta a que estos profesionales foráneos se integren en el mismo. «No vamos a perseguir a nadie, sólo queremos avisarles de que tienen que regular su situación», concluyen los barberos.