Uno de los veleros privados más grandes del mundo, el Sailing Yatch A, con bandera de Bermudas, ha llegado este jueves a Cartagena procedente de Gibraltar para someterse en Navantia a las pruebas de agua y puerto que suelen realizarse normalmente cada vez que se entrega un nuevo barco a su propietario. El barco ha estado retenido varios días por las autoridades en el puerto de Gibraltar. El juez de la Corte Suprema de la Roca levantó este martes el embargo que pesaba sobre la embarcación a cuenta de una reclamación del constructor, que exige el pago de 15,29 millones de euros. La disputa que subyace en el caso es debido a una disputa entre el propietario y la empresa alemana contructura en los costes de un caso de arbitraje.

Tras esta odisea judicial, el barco pudo atracar al fin en Cartagena para someterse al 'chequeo' en Navantia. Su presencia en el puerto de Cartagena llama la atención por lo imponente de su tamaño.

El Sailing Yatch A es uno de los yates a vela más grande del mundo, con casi 143 metros de eslora, 25 metros de manga y una quilla de ocho metros de largo. Su precio estimado ronda los 400 millones de euros. La construcción del velero, que disfruta de ocho cubiertas, se prolongó durante cuatro años y fue botado en octubre del pasado año. Se trata de uno de los grandes desafíos de la arquitectura naval, además de uno de los caprichos más caros de la historia.

En 2008, Andrei Melnichenko se reunió con ocho de los diseñadores más prestigiosos para que éstos presentaran sus ideas sobre cómo debía ser el velero. El multimillonario se decantó en un principio por el francés Jacques García, pero posteriormente surgieron dudas sobre el desarrollo de su diseño, siendo finalmente Philippe Starck quien se llevó los dibujos del velero a su estudio. Starck ya había trazado anteriormente para el mismo armador el superyate a motor 'A', una embarcación de casi 120 metros de eslora, botada en 2008.

Sus mástiles son tres de las estructuras de composite más grandes jamás construidas. De hecho, dentro del palo más largo se ha ubicado una habitación. Una veintena de invitados pueden pernoctar a bordo, junto a una tripulación compuesta por medio centenar de personas.

El casco y la superestructura están fabricados en acero y composite y reforzado con fibra de carbono. La propulsión, cuando no navegue a vela, corre a cargo de motores híbridos diésel-eléctrico. Dos MTU diésel de 3.600 kW y otros tantos eléctricos de 4.300. El velero navega a una velocidad de crucero de 16 nudos, con una máxima de 22, y tiene una autonomía de 5.300 millas.

En Youtube se pueden encontrar vídeos como este en el que admirar las grandes dimensiones del Sailing Yatch A: