Sin haber podido dormir la noche anterior aturdida por la emoción, María Jesús Moreno García se confiesa «orgullosa y abrumada» por haber sido elegida Nazarena Mayor de la Semana Santa 2017. Viuda de José Ramón Bustillo Navia-Osorio, ingeniero, político y mayordomo principal californio, señala que De la Cerra le dijo la noche del miércoles: «José Ramón tiene que estar sonriente». Le contesté: «Sí sonriente, me la ha jugado».

¿Ha salido alguna vez en las procesiones?

Llegué a Cartagena con 19 años recién casada y, mi marido me fue metiendo. Soy de Toledo, pero viví en Madrid hasta los seis años y allí se vivía desde el punto de vista del triduo pascual. Fue un cambio total porque todo se centraba en las procesiones. Admiras el orden, el bordado, la música, el olor a flores en las calles. He salido alguna vez con mantilla con la Virgen del Primer Dolor y el Cristo del Socorro.

¿Cómo vive ahora la Semana Santa?

Traquila, pero mi hija María Jesús tiene ya ocupado parte del salón con las túnicas de mis nietos. Tengo diez y salen en las procesiones californias porque quieren ir todos juntos. El otro día ensayaron muy formalitos en el Arsenal.

¿Qué mensaje le gustaría lanzar a los cofrades?

Que pueden estar muy orgullosos de las procesiones. Que desfilen con orgullo y humildad y pensando lo que llevan a hombros o delante sobre el trono.

¿Cree que aún falta mucho para ver a una mujer al frente de una cofradía?

Estoy convencida de que algún día se vera a una mujer hermana mayor. Confío en las capacidades y responsabilidad de la mujer: tengo cuatro hijas. La mujer con responsabilidad y formada, puede acceder a cualquier puesto. Lo que lleva entre manos una cofradía ha costado muy caro, ha sido a precio de sangre.

En casa tiene usted una talla de la Magdalena. ¿Ha salido en las procesiones alguna vez?

En casa de mi suegra había un trastero y un día José Ramón la encontró y llamó al difunto Balbino de la Cerra porque no sabía si era un maniquí. Cuando la vio, le dijo: No me digas que está aquí. Tras el expolio de la guerra desaparecieron las tres Marías: la de Cleofás, la Magdalena y la de Salomé. Sólo apareció la nuestra. Se adecentó y procesionó con los marrajos. Es una Magdalena de Bussy de la familia Navia-Osorio. Cuandola cofradía lo ha pedido ha procesionado o ha sido expuesta.