Amarrada. Así quedó ayer la flota pesquera de Cartagena debido a las fuertes rachas de viento que se sucedieron durante la noche y gran parte de la mañana de ayer en la ciudad. El patrón mayor de la Cofradía de Pescadores, Bartolomé Navarro, recordó que es el tercer día en lo que va de año en que la flota ha tenido que quedarse en puerto debido a las condiciones meteorológicas. Ayer, obligó a los 33 barcos que atracan en Cartagena y Cabo de Palos a quedarse en tierra.

Según el balance de Navarro, los pescadores dejaron de ganar ayer unos 20.000 euros, al ser lunes y, junto al jueves, ser uno de los días de mayor coste del pescado en la lonja. Además, la propia Cofradía dejó de ingresar el 5% de esa cuantía, correspondiente al canon que los profesionales del mar pagan al colectivo.

Por otra parte, las descargas de pesca fresca en el puerto de Cartagena se rebajaron en 2016 un 14,7% con respecto al año anterior, al alcanzar las 510 toneladas, frente a las 598 de 2015, según datos provisionales de Puertos del Estado.

Servicios de bomberos

El viento también incrementó los servicios de los bomberos de Cartagena, aunque no hubo que lamentar graves incidentes. De esta forma, el servicio municipal tuvo que atender la caída de árboles en San Isidro y en Lo Campano, así como cables de teléfono que se había desprendido del tendido en Molinos Marfagones.

Asimismo, una dotación tuvo que acudir a El Portús para actuar en la caída de un palo de telefonía.