Un paso más hacia la conservación del monasterio de San Ginés de la Jara y las ermitas del monte Miral. Es lo que ha dado la Comunidad Autónoma al iniciar el procedimiento para declarar el cabezo de San Ginés de la Jara Bien de Interés Cultural (BIC) con categoría de 'Sitio Histórico', cuya resolución se publicará próximamente en el Boletín Oficial de la Región (BORM) por parte de la Dirección General de Bienes Culturales.

Se trata del anuncio que adelantó ayer la consejera de Cultura, Noelia Arroyo, en su visita al monasterio para conocer el estado de las obras de recuperación que se están realizando, a instancias de la Comunidad, en este inmueble declarado BIC en el año 1992 y cuya finalización está prevista para mitad de 2018, según las previsiones de la empresa contratada por la compañía encargada de la protección del edificio, Hansa Urbana.

Desde el Gobierno regional afirmaron por medio de un comunicado que esta futura declaración se justifica «por la necesidad de proteger todo el entorno del monasterio, e incluirá al yacimiento de Cueva Victoria por los resultados científicos extraordinarios descubiertos en los últimos años». Y es que, la Cueva presenta «una interesante historia minera», destacando «sus importantes formaciones de baritina y sus depósitos de calcita».

Además, en ella se han hallado restos óseos de 90 especies de vertebrados con una antigüedad que llega a los 900.000 años, «lo que convierte Cueva Victoria en un yacimiento excepcional, muestra de la fauna que habitaba el sureste peninsular durante el Pleistoceno inferior», indicaron. También es relevante la aparición de una falange humana que demostraría la llegada de población a la Península a través del Estrecho de Gibraltar, según los expertos.

Asimismo, en la zona protegida se incluyen también el yacimiento prehistórico 'Monte Miral' y otros tres de época romana (entre los siglos II a.C y I d.C.): Calzada del Beal, la Petrica y Estrecho de San Ginés. Además, es una zona especialmente relevante por sus explotaciones mineras, su actividad se remonta a las épocas púnica y romana, y los restos arquitectónicos de las diferentes concesiones mineras se encuentran dispersos por toda la zona.

Paralelamente, y a la vista del descubrimiento de los restos de más ermitas, además de las tres ya declaradas BIC en el mismo expediente del monasterio, ha de procederse a proteger estas últimas también como Bien de Interés Cultural, al tiempo que debe planificarse un estudio arqueológico de la zona, según desveló la propia consejera de Cultura.

Respecto al monasterio, Arroyo mostró la «gran satisfacción» por la recuperación para los ciudadanos de «uno de los referentes del patrimonio regional», y valoró las medidas de conservación y consolidación preventivas adoptadas por la Dirección General de Bienes Culturales para garantizar la integridad del monumento.

«Ahora vamos en el camino correcto», afirmó la titular del Departamento regional antes de recordar que es la obligación de su Consejería «estar vigilante para que las obras que se realicen en esta construcción del siglo XVI se ajusten al proyecto aprobado por la Dirección General de Bienes Culturales en el año 2006».

Finalmente, junto a los bienes materiales nombrados, también se engloban en esta declaración bienes inmateriales como la romería que cada año se celebra; «una hermosa tradición que tiene sus orígenes en el siglo XIV y que se mantiene gracias a la devoción de los cartageneros y al trabajo que realizan los integrantes de la Hermandad de Romeros de San Ginés de la Jara y que ahora, gracias a esta declaración, será más conocida por los habitantes de dentro y fuera de nuestra Región», explicó Arroyo.