La directora general de Calidad y Evaluación Ambiental, Encarna Molina, afirmó ayer que estudiará cambiar la ubicación de la estación medidora de la calidad del aire de Cartagena y empezará a controlar los niveles de bisfenol A tras las quejas de los vecinos de La Aljorra.

Según fuentes municipales, Molina detalló que se están analizando las ubicaciones correctas conforme al decreto de mejora de la calidad del aire, aunque puntualmente se va a estudiar con el Ayuntamiento un posible cambio de la estación que evite «que el arbolado impida que la estación mida bien».

Para las mediciones de bisfenol A (BPA) con el fin de ver sus efectos al llegar a los pulmones se contará con las aportaciones de la Universidad Politécnica de Cartagena (UPCT) y la investigación de Estela Moreno, que colaborará además con la Consejería de Medio Ambiente y las empresas de la zona para buscar «claridad y transparencia».

Molina explicó que los vecinos habían manifestado su incertidumbre ante la presencia de ese compuesto en el ambiente, pero la empresa a la que reclamaban aseguró ayer en la Mesa de la Calidad del Aire que no lo quema en sus instalaciones, pero sí otro que «puede tener trazas» de bisfenol A.

Ahora, para la tranquilidad de los vecinos, se va a incluir en la autorización de emisiones de la empresa «la obligación de medir en el ambiente esta sustancia, de modo que no se incorpore a toda la ciudadanía ese coste, sino que lo pague la firma» y se compruebe si pueden ser perjudiciales.