La cuarta edición del encuentro ecológico que se celebra en Alumbres tuvo como principal reivindicación la comida ecológica como base de una alimentación más sana. El molino de viento fue el protagonista de muchas charlas celebradas durante la jornada de ayer ya que es «una de las señas de identidad de nuestra diputación», señala Juan Zapata, uno de los organizadores del encuentro.
En una época en la que cada vez con más frecuencia se producen casos de enfermedades como el cáncer muchos aluden a la comida ecológica como un medio para evitar padecer esta dolorosa enfermedad. «En esta edición queríamos reividincar la comida ecológica como una forma de alimentación sana. Hemos tenido numerosos stands en los que distintos agricultores han estado vendiendo sus productos ecológicos», afirma Zapata.
Este encuentro nace desde la Asociación de Vecinos de Alumbres como una forma de reivindicar su entorno y su cara más cultural. «Siempre que somos noticias es por algún tema relacionado con la industria pesada. Con estas jornadas queremos reivindicar la riqueza de nuestro entorno y nuestra faceta más cultural», relata Zapata.
Dentro de esa reivindicación, durante el día de ecocultura celebrado en Alumbres se desarrollaron charlas paralelas en el local social que giraron en torno a los molinos y sus distintas variedades (de sal, de agua...) como icono de referencia de la diputación.
Además del molino de viento, también se produjeron charlas sobre el ecosistema del Mar Menor, una cuestión que es fuente de preocupación de todos los ciudadanos de la Región, así como diversos talleres relacionados con el mundo ecológico.
También tuvo lugar un llamado ´Rincón de oportunidades´ en el cual podías dejar ropa u otros utensilios que ya no usas e intercambiarlo por otro , o bien escoger alguna prenda u objeto que fuera de tu gusto a cambio de una aportación voluntaria en euros.
Tras cuatro ediciones, el balance es más que positivo. Pese al mal tiempo, con fuertes rachas de viento, la gente acudió en masa a las distintas actividades.
