Querido alcalde, con el debido respeto:

Pasadas las fiestas y pendientes aún de guardar los últimos sobrantes de los dulces navideños -más que nada por intentar recuperar nuestra saludable dieta mediterránea y, sobre todo, la talla perdida-, aquí estamos de nuevo afrontando los retos que nos trae este 2017 y que según anunció en el mensaje de Navidad su presidente y el mío, Pedro Antonio Sánchez, será el de la recuperación económica y la creación de empleo.

Vamos, básicamente lo mismo que dicen todos los responsables públicos desde que comenzó esta interminable crisis. Claro que este año el señor Sánchez se ha visto obligado a introducir una nueva variante en su discurso: la situación del Mar Menor. Decía su presidente y el mío: «el Mar Menor es un paraje muy importante para nuestra Región, y con el que estamos totalmente comprometidos».

No sé cómo se habrá tomado usted estas palabras alcalde pero, en mi opinión, después de ver los resultados, más nos valiera que no se comprometiera tanto porque si veintiún años ininterrumpidos de gobiernos del Partido Popular nos han traído hasta aquí, no quiero pensar en qué Mar Menor nos encontraremos a partir de ahora.

También dijo que el Gobierno regional está comprometido con la recuperación del patrimonio histórico, «con el que estamos volcados», y que este año «tendrá a Lorca y Cartagena como prioridades». Supongo que se refería a todos esos proyectos pendientes que tenemos por aquí desde hace tanto tiempo. Por no hacer una lista interminable, recordaré sólo los primeros que me vienen a la memoria: el monasterio de San Ginés de la Jara, el anfiteatro romano, la plaza del Lago o el último que ellos mismos han peleado por añadir al inventario: el antiguo Cine Central.

Es posible que, si no todos, algunos de ellos experimenten un adelanto importante en estos dos años que restan de legislatura, entre otros motivos porque, mas allá de ese compromiso institucional y del empeño que pueda tener el señor Sánchez por recuperar nuestro patrimonio, lo cierto es que necesita los votos que dilapidó el anterior Gobierno municipal de la señora Barreiro para, no solo intentar recuperar la alcaldía de Cartagena, sino lo que para él es más importante: volver a gobernar la Región con aquella mayoría absoluta que tanto añora.

En su mensaje navideño el presidente también aludió al consenso como «único camino posible» para mejorar el Estatuto de Autonomía, avanzar en el autogobierno y «mejorar la vida de un millón y medio de personas». Sinceramente espero que esta vez Pedro Antonio Sánchez no se olvide de los miles de cartageneros que pacientemente seguimos esperando a que se nos reconozcan nuestras aspiraciones y que, al menos, el texto recoja un protocolo que deje abierta la creación de la provincia en un futuro.

Y puestos a comentar mensajes navideños debo decirle que el suyo ha sido sorprendentemente breve (menos de un minuto y medio); alarmantemente autocomplaciente y técnicamente deficiente (la próxima vez asegúrese de que le pongan un micrófono y no tengamos que hacer esfuerzos para oírle a través del sonido ambiente de la cámara).

Una cosa sí me ha gustado de su intervención, sus deseos para que en el año que ahora comienza, desaparezcan «las desigualdades, las fobias y las intolerancias». Ya sabe alcalde, el movimiento se demuestra andando. ¡Feliz año nuevo!