En 2006 la Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU) aprobaba la Convención Internacional sobre los derechos de las personas con discapacidad, lo que supuso para este colectivo su reconocimiento como sujetos titulares de derechos, y a la vez obligaba a los poderes públicos a garantizar que el ejercicio de esos derechos fuera pleno y efectivo. Siete años después, en España, veía la luz el R.D. Legislativo 1/2013, de 29 de noviembre, que aprobaba el texto refundido de la Ley General de derechos de las personas con discapacidad y de su inclusión social. Esta norma obliga a las empresas públicas o privadas, que empleen a 50 o más trabajadores, a que entre su plantilla cuente al menos con el 2% de personas con alguna discapacidad; a pesar de ello, más del 80% de empresas no lo cumple y por tanto este colectivo tiene muy difícil encontrar un empleo ordinario.

Pero el mundo de la discapacidad es demasiado amplio, por eso, si un discapacitado físico ya tiene serios problemas a la hora de encontrar un empleo? qué decir de las personas con una discapacidad intelectual y/o parálisis cerebral, que tienen el mismo derecho a trabajar en unas condiciones que garanticen los principios de igualdad de trato y no discriminación. A este tipo de personas, al final, la sociedad les ofrece pocas salidas.

Una de ellas son los Centros Especiales de Empleo, es decir, empresas de trabajo protegido con al menos un 70% de personas con discapacidad en plantilla, cuyo objetivo es realizar una actividad productiva -de mercado-, y brindarles la posibilidad de realizar un trabajo remunerado acorde a sus características; y otra salida es el Empleo con Apoyo (EcA), con la ayuda de un preparador laboral, en una empresa cualquiera que esté dispuesta a contratar a un trabajador con estas características.

En Cartagena, afortunadamente, contamos con seis Centros Especiales de Empleo (Astus Prolam CEE, Ilunion Lavanderias, SRCL Consenur CEE, Grupo Amiab Murcia y Feelway, SL), que son verdaderos trampolines para las personas con discapacidad intelectual y/o parálisis cerebral; les dotan de unas muy necesarias capacidades, para desenvolverse en la vida profesional, e incluso les abren las puertas a la esperanza de una plena inclusión social.

Es obvio que esta media docena de empresas no pueden acoger a todo el colectivo cartagenero, por ello, la Federación de Asociaciones de Familias de Personas con Discapacidad Intelectual -Plena Inclusión Región de Murcia- apoyada por la Fundación Emplea, y con el ánimo de que las empresas puedan acercarse más al mundo de la discapacidad, ha lanzado un 'Curso Básico Online de Empleo con Apoyo', que empieza el próximo 17 de enero, con la idea de favorecer la inclusión laboral de personas en situación de exclusión social, entre las que se encuentran estos futuros trabajadores.

Esperemos que este año 2017, a base de iniciativas como la señalada, sea el año del empleo para este colectivo y que se logre impulsar su visibilidad en un planeta cada vez más globalizado y «capacitado».