Los 70 trabajadores de Sociedad Anónima de Electrónica Submarina (SAES), empresa auxiliar de Navantia que trabaja actualmente en la serie de submarinos S-80, han comenzado las movilizaciones por problemas salariales y amenazado con huelga indefinida si no se arregla una «situación insostenible».

La presidenta del comité de empresa de la firma especializada en sónares y vigilancia marítima, Esther Esteban, ha denunciado que el Gobierno central, al considerarla estratégica para la defensa y seguridad nacional y participarla al 31% en su accionariado, ha incluido a SAES, con sedes en Cartagena y Cádiz, entre las afectadas por la rebaja del déficit público, lo que suprime un 10% de su salario, equivalente a una paga extra.

Según su representante laboral, SAES es mayoritariamente privada, por lo que sus salarios no los paga el Estado ni deberían estar acogidos a las medidas de control del déficit que marca el Gobierno central.

Esteban ha señalado que la empresa es «vital» para la defensa submarina y el proyecto de submarinos S-80, además de ser la única mercantil nacional que desarrolla tecnología avanzada en el ámbito de sistemas de sónar, procesado de sonoboyas, protección y vigilancia marítima, de simulación y adiestramiento y de estaciones de medición de firmas multiinfluencia de buques.

Una representación de la plantilla se reunirá mañana con el diputado socialista en el Congreso por la Región de Murcia Pedro Saura con el objetivo de hacerle llegar sus reivindicaciones y que pueda mediar en la Cámara Baja para lograr un mayor apoyo a sus reclamaciones.

Aunque de momento los trabajadores de SAES aún no han convocado una huelga, en caso de llegar a este extremo podría verse afectada, una vez más, la producción de los submarinos S-80 que Navantia construye para la Armada y que ya suman un retraso de más de cinco años respecto al proyecto inicial.