En la película 'Requisitos para ser una persona normal' dirigida y protagonizada por Leticia Dólera, el personaje protagonista se pregunta cuáles son los requisitos para ser una persona normal.

Entonces establece que, lo normal, es tener un trabajo, un novio o marido, un perro y quizá un hijo. Mientras la protagonista piensa en cómo poder integrarse en una sociedad que aparentemente le da la espalda, el personaje de Dolera tiene un hermano.

Su hermano tiene síndrome de Down y sin embargo no siente que no sea normal.

Aunque no es una de las tramas principales, si subyace en la película una reflexión hacia el trato que muchas veces sufre este colectivo, el de las personas con discapacidad. O con 'capacidades especiales'.

En la plaza del Ayuntamiento, bajo un cielo gris, se congregaron decenas de personas, unas pertenecientes a algunos de las asociaciones que tratan de ayudar a estas personas, y otros ciudadanos que simplemente quisieron apoyar la causa. Durante toda la mañana se colocaron diversos puestos en los que se vendían algunos productos con los que se podía colaborar con las asociaciones.

Somos adultos

Una de las chicas, con síndrome de Down que leyó el manifiesto afirmó bien fuerte que merecen un trato justo en la sociedad. «Somos adultos y podemos actuar igual que una persona sin discapacidad. Podemos y queremos tener un trabajo para poder ser independientes y autónomos», dijo. Y añadió: «sabemos que es difícil y por eso necesitamos el apoyo del Gobierno y las instituciones».

Y es que desde este colectivo, que sigue encontrando serias dificultades para desenvolverse con facilidad en su día a día, sienten que las instituciones siguen sin darles el manto protector que precisan para poder insertarse de manera definitiva en la sociedad.

Protección laboral

Entre sus demandas se encuentra una mayor protección en el estatuto del trabajador, ya que éste permite que si la enfermedad o discapacidad que sufre el trabajador se agrava, la empresa puede despedirlo de forma procedente.

También se quejan de que siguen existiendo muchos locales que tienen barreras físicas que les impiden desarrollar su día a día con normalidad. «Somos capaces de relacionarnos como cualquier otra persona. Muchos locales del municipio tienen barreras para nosotros. Reivindicamos el derecho a vivir de manera plena e independiente».

Un día en definitiva que sirve para recordar que siguen existiendo barreras para quienes tienen esas 'capacidades especiales'. Con la llegada de la navidad esperan que ese buena voluntad que brota en todo el mundo sirva para impulsar mayores facilidades para un colectivo que pese a las dificultades no pierden la sonrisa y las ganas de vivir.