La Asociación de Defensa del Patrimonio Daphne ha remitido una queja al Defensor del Pueblo en la que denuncia la mala praxis de la consejería de Cultura y Portavocía en la protección de la Villa Calamari (Cartagena). Desde el colectivo han señalado que el inmueble permanece «abandonado y cerrado al público desde su declaración como Bien de Interés Cultural (BIC)».

Asimismo, una portavoz de Daphne señaló que sólo tras varias denuncias ciudadanas, el edificio obtiene «atención momentánea» por parte del departamento autonómico.

Para la Asociación, Cultura obvia los informes de los técnicos que recomiendan su restauración integral e interpreta de forma parcial la propia Ley de Patrimonio, impidiendo que estos inmuebles cumplan con su función social y permitiendo su continuo deterioro.

Así, Daphne ha recordado que una reciente sentencia del Tribunal Constitucional estima que no abrir los inmuebles declarados BIC a la visita pública invade las competencias exclusivas del Estado puesto que fomenta el expolio.

El colectivo ha extraído la conclusión de que si se declaran inconstitucionales esos artículos de la Ley de Patrimonio de la Comunidad de Madrid, «cuánto más de una Administración que ha de actuar conforme a la Constitución» y la ley, además, le habilita para hacerlo conforme al artículo 9.2 de la Ley 4/2007 de 16 de marzo, ha concluido.