Los vecinos del polígono residencial de Santa Ana mostraron ayer su rechazo a la colocación de una antena de telefonía móvil en el barrio. Los residentes denuncian que la Entidad de Conservación ha llevado a cabo todos los trámites para poner el dispositivo que consideran «perjudicial para su salud» sin avisarles ni aprobarlo en junta. Ayer mismo, los habitantes del barrio pidieron a los gestores de la urbanización que les mostraran las actas de dicho acuerdo. La documentación no les fue entregada.

Por su parte, el director de la Entidad, Jorge Morales, explicó que «la antena no es perjudicial para la salud y, de hecho, es incluso beneficiosa. Ya que permite reducir las emisiones que transmiten los teléfonos móviles cuando se quedan sin cobertura». Los vecinos reconocen que no tienen señal en sus casas, pero prefieren quedarse sin móvil antes que dañar su salud. Desde la Entidad de Conservación afirman que la instalación de la antena se aprobó hace año y medio. Además, recalcan que ésta cumple con todos los requisitos y trámites legales necesarios.

Los vecinos se reunirán este viernes para ver qué medidas toman al respecto. Ayer pidieron permiso para hacer este encuentro en el local social de la Entidad, pero les fue denegado. Elena Marín y Rosario Bermúdez, que viven muy cerca de la antena que ayer se instaló en el punto limpio de recogida de basuras, junto al complejo deportivo, aseguran que los vecinos están dispuestos a convocar una manifestación contra la antena. Ambas exponen que el mecanismo está muy cerca de parques infantiles y de una residencia. Precisamente, uno de los propietarios del geriátrico, no descarta emprender acciones legales contra la Entidad. Mario Vázquez, abogado de este empresario, critica que «la Entidad ha puesto la antena de tapadillo, sin informar previamente a los vecinos». Asimismo, el letrado desvela que la antena supondrá unos ingresos de 6.000 euros para la Entidad. Aunque, de momento, aún no se ha puesto en marcha.