Más de 700 abogados asesinados. Ésa es la cifra que, según diversos colectivos, ha padecido la ciudadanía colombiana durante los últimos diez años; cifra que celebran haya finalizado desde el Colegio de Abogados de Cartagena de Indias. Eduardo Cantillo Romero, exdecano del órgano, estuvo ayer en Cartagena, donde fue recibido por el decano del Colegio de Abogados de la ciudad, José Muelas. Asimismo, le trasladó la importancia que tiene este cese de la violencia, sin olvidar que «aunque no sigan proliferando las matanzas, siguen dándose casos de violencia» a este gremio, azotado por el peligro.

Las dificultades que han tenido los abogados colombianos con respecto al ejercicio de su profesión han sido notorias, llegando a considerar Cantillo que ésta ha sido durante muchos años «una profesión de alto riesgo» en Colombia. Para llegar a este punto de inflexión, en el que se acaba con «el genocidio de abogados colombianos», han contado con el «apoyo de los decanos de las facultades de Derecho de Colombia».

El exdecano también tuvo palabras de agradecimiento para sus 'colegas' de la ciudad portuaria, admitiendo no ser sólo compañeros de profesión, sino que éstos han tenido influencia directa al servirles de «fuente de inspiración permanente».