Aunque desde muchos sectores se afirma que la crisis económica que estalló en 2008 empieza a remitir y que todos los indicadores económicos aseguran que ya se ve la luz al final del túnel, desde la Cofradía de Pescadores de Cartagena no ven signos de que la situación mejore.

El mes de noviembre suele ser malo en cuanto a ventas, ya que con la proximidad de la campaña navideña tan cerca, los consumidores se reservan el dinero destinado a pescado y marisco para las fiestas. «Este mes los precios han bajado aunque es lo habitual. Con la Navidad a la vuelta de la esquina la gente se reserva», asegura Bartolomé Navarro, patrón de la Cofradía cartagenera.

Algo que asegura que es un error, ya que en el mes de diciembre los precios se disparan. «Sobre el 15 de diciembre los precios se incrementan una barbaridad. En este tema a los españoles nos sucede como en tantos otros ámbitos de la vida. Lo dejamos todo para el último momento», afirma Navarro.

Sin embargo, pese a la caída habitual de los precios, Navarro asegura que llevan dos meses con precios similares a los años 2013 y 2014, los peores de la crisis económica que estalló en 2008 para el sector pesquero. «La campaña de Navidad pasada ya fue un desastre y para esta no esperamos que se mejoren los resultados».

El patrón de la Cofradía asegura que el sector primario suele ser un buen indicador de la situación económica, ya que es un síntoma del poder adquisitivo de la sociedad. «Si la gente consume pescado es señal de que el poder adquisitivo ha mejorado, pero de momento no vemos esa mejoría que se comenta. La gente no consume el mismo pescado que consumía antes».

Se sienten desprotegidos

Al margen de los bajos precios que existen actualmente, el patrón de la cofradía de Cartagena asegura que el Gobierno central sigue sin cuidar como se merece a sus pescadores. «Estamos muy lejos respecto a otros países en cuanto a legislación. A los pescadores españoles nos exigen que los pescados tengan unas medidas. Sin embargo, si un pesquero marroquí pesca 'pezqueñines' nadie les dice nada. No se le impide vender en nuestros mercados. Es una competencia desleal».

Pese a las muchas reclamaciones al Gobierno del país y la Unión Europea, siguen sin dar una solución a este problema.