El frío empieza a asomar por Cartagena, y con él la humedad, la lluvia y el viento cortante. Es, sin duda, la peor época del año para las personas que viven en la calle, los denominados 'sin techo'. La Unidad de Emergencia Social (UES) es un grupo formado por 35 voluntarios y dos trabajadores sociales de Cruz Roja Cartagena, que velan, ahora más que nunca, por suministrar alimentos, mantas y medicamentos a estas personas. Son héroes anónimos.

Desde hace seis años la UES recorre tres veces por semana diferentes puntos de la ciudad para asistir a las personas sin hogar. La iniciativa está financiada por los socios de Cruz Roja y cuenta con el respaldo económico del Ayuntamiento, la Comunidad Autónoma y varias empresas privadas. «El operativo funciona durante todo el año, salimos todos los lunes, miércoles y viernes, pero en invierno, si hace mal tiempo, también montamos el equipo», explica Manuel González, vicepresidente de Cruz Roja.

Es viernes, son las cinco de la tarde y los equipos que forman el operativo empiezan a cargar las furgonetas de suministros. En su interior hay mochilas con comida, mantas y sacos de dormir; también zumos y agua, y bebidas calientes como café y caldos. Después de varias horas en el almacén, la UES empieza a funcionar a las nueve de la noche. Los voluntarios recorrerán la ciudad hasta las dos o las tres de la mañana. «Ellos están localizados durante las 24 horas del día, por si en cualquier momento hay que acudir a atender a alguien», dice González.

Protección de datos

Cruz Roja controla a 70 'sin techo' en Cartagena, aunque aseguran que el número puede variar de un día para otro. «En cada salida vemos a grupos de doce personas, pero es difícil manejar una cifra exacta: a algunos les perdemos la pista o hasta salen del país», indica Belén, una de las trabajadoras sociales que forman el operativo.

Fuera del rango controlado por la UES, el protocolo a seguir con cada nuevo 'sin techo' siempre es el mismo: la policía local da el aviso, los voluntarios se desplazan hasta el lugar y rellenan un expediente que introducirán en una base de datos. «Cada una de estas personas firma una ley de protección de datos, por eso, por motivos de seguridad, jamás podemos facilitar en qué puntos de la ciudad se encuentran los usuarios», comenta Belén mientras se prepara para el operativo de la noche.

Sin un lugar fijo donde pasar el día, la mayoría de los 'sin techo' apuestan por dormir en el mismo suelo de la calle; otras, en cambio, encuentran cobijo bajo un árbol o en el interior de un banco, expuestos a ser víctimas de cualquier gamberrada. En algunos casos logran dormir en las dependencias de Cáritas, uno de los colaboradores de la iniciativa promovida por Cruz Roja.

«Son personas que necesitan apoyo, necesitan que alguien les escuche. Los voluntarios hablan con ellos y les intentan facilitar medicamentos, mediante receta médica, porque no tienen dinero para comprarlos», asegura el vicepresidente. Gracias a la UES algunos 'sin techo' viven en pisos de alquiler.

Otros colaboradores que participan en el operativo de Cruz Roja son la Hospitalidad Santa Teresa, que ofrece instalaciones y alimento, y la Policía Local de Cartagena. Los agentes son los encargados de avisar al operativo si localizan a una nueva persona que vive en la calle, fuera del grupo del que se tiene conocimiento. «Si necesitan asistencia médica también los trasladamos al hospital. Hace unos días llevamos al Santa Lucía a un usuario que se había dañado la pierna», señala la trabajadora social.

Personas en riesgo de exclusión

Desde Cruz Roja recalcan que este proyecto promovido por los voluntarios no está exclusivamente dirigido a atender a las personas sin hogar, sino que el foco de atención también apunta hacia cualquier grupo en riesgo de exclusión social.

Por eso, tanto la Unidad de Emergencia Social como la Policía Local están al tanto de las zonas marginales de la ciudad, donde puede existir más pobreza, para enviar ayuda cuando sea necesario. A las familias que viven en chabolas también se les presta servicio a través de alimentos y platos calientes.

«Durante una noche podemos hacer tres recorridos diferentes, y dotamos a los necesitados de kits semanales con comida para varios días, o de 48 horas. En cualquier caso, también ponemos en regla toda la documentación y les gestionamos el pasaporte y el DNI», indica González.