Ha pasado más de un año, pero la situación sigue siendo la misma, pese a que la empresa ha facilitado y entregado toda la documentación que la Comunidad Autónoma le ha requerido en todo este tiempo. La situación de la compañía Befesa, dedicada a la gestión de residuos en el valle de Escombreras, podría estar cerca de aclararse tras finalizar todos los requerimientos que la consejería de Medio Ambiente planteó en la investigación abierta sobre la empresa por una presunta mala gestión de residuos tóxicos en sus instalaciones.

No obstante, fuentes cercanas a la empresa señalaron que confían en que todo se pueda desbloquear en próximas fechas. Y es que, según ha podido saber esta Redacción, la dirección general de Calidad y Evaluación Ambiental, dependiente del Departamento regional, ha recibido ya los resultados de los análisis de las catas llevadas a cabo en las inspecciones llevadas de mayo y junio y se está finalizando el informe técnico sobre las mismas. Estas actuaciones -se efectuaron hasta 27 catas en los lugares definidos y bajo la supervisión de los inspectores de la Dirección General- estaban incluidas en las actuaciones recogidas en el programa para el restablecimiento de la legalidad ambiental en el emplazamiento, por lo que el citado informe deberá arrojar luz a la situación de la empresa.

Asimismo, desde la Consejería señalaron que, una vez finalizadas las actuaciones correspondientes al centro de transferencia de residuos peligrosos ubicado en el mismo emplazamiento por parte de la mercantil, «se ha recibido justificación de las mismas y solicitud para el levantamiento de la suspensión cautelar de la actividad en la instalación», por lo que ahora ya depende del Servicio competente el próximo trámite. De esta forma, se valorará si procede atender dicha solicitud o si por el contrario existe alguna objeción que mantenga la suspensión cautelar decretada en septiembre del pasado año.

Investigados desde 2014

Por parte de la empresa son optimistas, ya que han cumplido con el calendario de actuaciones marcado por la Dirección General y, hasta el momento, no tienen informes que revelen una mala práxis por parte de la compañía en la gestión de los residuos.

En caso de que la solicitud prospere, Befesa volvería a estar operativa tras más de un año en suspensión cautelar de la actividad, después de la investigación abierta por la Guardia Civil a finales de 2014 por una presunta gestión errónea de residuos tóxicos.

La sospecha partió de la denuncia de un extrabajador de una contrata de la compañía. Desde entonces, el instituto armado sospechó del presunto enterramiento de mil toneladas de residuos en las instalaciones de la empresa en Escombreras, tras la aparición de tres bidones de sustancias tóxicas al remover el terreno.

Por parte de la empresa siempre se ha defendido que en ningún momento se cometió un delito medioambiental, como denuncia la Asociación de Naturalistas del Sureste (ANSE) e investigan los tribunales y el Gobierno regional. La empresa sí que reconoció la aparición de los tres bidones con residuos tóxicos, encontrados por la Guardia Civil en el inicio de la operación, aunque hasta la fecha se desconoce su procedencia.

Y es que, la sociedad ya señaló que contaba con las facturas de la gestión final de los 4.000 barriles de residuos (las mil toneladas referidas) que la Guardia Civil cree que pudo enterrar en sus instalaciones.

De hecho, desde UGT afirmaron entonces que habían podido ver dichas facturas, «por lo que las acusaciones no tienen fundamento, ya que esas facturas son como el DNI de los residuos», explicaron desde el sindicato, aunque matizaron que «si hay una mala gestión de uno o dos barriles, creemos que se debe sancionar a la empresa, pero no proceder a su cierre».