Los cartageneros estuvieron a la altura y rindieron un auténtico homenaje al Día de la Fiesta Nacional, que dio el viernes el pistoletazo de salida con el arriado de bandera pero fue ayer cuando aglutinó a una gran cantidad de gente durante prácticamente todo el día. Las actividades organizadas por la Armada y la Guardia Civil resultaron un éxito: los ciudadanos se volcaron y llenaron las calles, como hace una semana con la celebración de los Ángeles Custodios

Los más madrugadores no se perdieron las visitas guiadas al Arsenal Militar, a las 10.00 y a las 12.00 horas. No todos los días se pueden contemplar sus instalaciones. Los primeros curiosos pudieron ver los bustos y plazas del interior de la base, también las capillas y otras dependencias. Hoy se podrá visitar el Arsenal, de nuevo en el mismo horario, y el lunes a las 18.00 horas.

En la explanada del puerto también se instalaron unas casetas con material de exposición del Regimiento de Artillería Antiaérea, del Ejército del Aire y del Centro de Buceo de la Armada.

Familias enteras, y sobre todo los más pequeños, no perdieron la oportunidad de ver drones, chalecos, paracaídas, fusiles de francotirador y trajes de buzo, entre otros materiales. También había un photocall individual, además de bazucas y varios tipos de furgones. Las casetas estuvieron abiertas al público desde las 10.00 hasta las 18.30 horas.

Pero el plato fuerte del Día de la Fiesta Nacional, lo que atrajo a más gente hasta la explanada del puerto fue, el cazaminas Duero. El calor intenso del mediodía no fue una excusa para perdérselo. Largas colas esperaron para subir al buque, al que no estaba permitido entrar con bolsos o mochilas. Miembros de la Armada guiaron a los grupos de personas a babor y a estribor, hacia la proa y la popa. Todos los visitantes, miles, no se quedaron sin ver ni una esquina de la cubierta de estos buques, especializados en rastrear los fondos del mar para localizar minas marinas.